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2023-11-05
La anorexia
La anorexia es una adicción a la nada en la que se busca vaciarse de manera obsesiva. Un rechazo a la vida que se refleja en el castigo al cuerpo mediante la desnutrición. Las personas que lo sufren se encuentran en un estado de tristeza, malestar, insomnio e inestabilidad permanente. Se aíslan y esconden por considerar que la imagen física que muestran no es agradable.
Mayoritariamente, afecta a adolescentes del género femenino, aunque cada vez se está volviendo más común entre el masculino. Por un lado, se esconde el miedo a convertirse en adultos: la mente genera un rechazo a la feminidad o masculinidad, sin aceptar la transformación que supone el cambio físico. Por otro lado, los falsos estereotipos fijados en la sociedad sobre la delgadez, dictan la creencia en algo ficticio.
Internet, la televisión, las revistas… representan la delgadez como símbolo del éxito y la felicidad. Fijan un canon de belleza basado en likes y seguidores que, de no cumplirse las expectativas, las personas son consideradas feas, con sobrepeso y unas fracasadas. Es conveniente
recordar que la realidad no coincide con lo que se muestra en las pantallas o revistas.
Los retoques estéticos e imágenes adulteradas de modelos que representan un mundo irreal, hacen mucho daño a la autoestima de los adolescentes que están fijando aún su personalidad. El vivir en una sociedad donde predomina el narcisismo y el culto al cuerpo genera una gran frustración y trastorno obsesivo-compulsivo.
La anorexia no se trata simplemente de un trastorno alimenticio, sino de todo el riesgo que conlleva: la ingesta de laxantes, productos adelgazantes, pérdida de densidad mineral ósea, anomalías en las constantes vitales, alteraciones menstruales, cambios en la personalidad, depresión… Un sinfín de consecuencias que pueden desencadenar en la mortalidad o en el suicido.
Es un error pensar que se trata de algo pasajero de la pubertad y que se solucionará solo. Cuanto más tarde se pida ayuda de manera profesional, mayores serán las repercusiones y secuelas. Por otro lado, es fundamental comprenderlos y no juzgarlos. Los padres, profesores y círculo más próximo, a veces, adoptan una postura poco favorecedora. Se comportan como detectives, cuestionando constantemente lo que han comido o dejado de comer. En lugar de eso, se trata de crear un clima de confianza donde les permitan manifestar sus emociones y preocupaciones. Que los jóvenes puedan sentir que, más allá de ser un foco de problemas, también son valorados y se preocupan por ellos. La anorexia no deja de ser un rechazo a uno mismo, por eso quien la padece, necesita encontrar ese aliento que le devuelva la autoconfianza y las ganas de vivir.
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