... De niño. Me crie en una excelente biblioteca casera donde abundaban los libros de historia,

2023-12-17

 

“De niño. Me crie en una excelente biblioteca casera donde abundaban los libros de historia,”

MARIBEL COLMENERO

Emilio, ¿cómo y cuándo surgió la vocación literaria en ti?

De niño. Me crie en una excelente biblioteca casera donde abundaban los libros de historia, arte, clásicos literarios, novela histórica y negra, best sellers del momento y revistas históricas. El chispazo de la creación literaria lo llevaba dentro y surgió en 5° de EGB, al escribir un cuento, llamado Viaje a Júpiter, para un concurso literario de mi colegio que gané y me dieron como premio un estuche escolar rojo que me encantó. Aquello me confirmó que, algún día, sería escritor.

—¿Y la afición por la novela histórica? ¿Es deformación profesional?

No lo es. El hecho de ser profesor de Geografía e Historia no ha influido en eso. Estudié Humanidades porque era mi vocación, pero escribo novela histórica porque era uno de los géneros literarios que me fascinaba desde adolescente. Tanto me gustaba que el primer libro que compré con mi dinero para regalar en Navidad fue Yo, el Rey, de Juan Antonio Vallejo-Nágera.

—¿Qué tiene la novela histórica que no tengan otros géneros de novela?

La posibilidad de vivir otras épocas a través de personajes interesantes, así como la capacidad de sentir la historia a través de las emociones.

—Una pregunta típica, o tópica: ¿el escritor nace o se hace?

Ambas cosas. La persona ha de tener una predisposición, una pulsión creativa que en algún momento de su vida exige manifestarse a través de la escritura. Ahora bien, es crucial leer como beben los cosacos, es decir, leer con fruición, con pasión. Un escritor, antes que nada, es un furibundo lector.

—¿Cómo puede llegar una persona a convertirse en un buen escritor?

Leyendo muchísimo antes de atreverse a emborronar un folio. Y luego, continuar leyendo sin cesar y con deleite. Ah, y leer de todo. La dieta de un buen escritor ha de estar compuesta por variados géneros literarios y por una mezcla equilibrada de autores pasados y contemporáneos. A mí me gusta decir que conforme más clásicos leo más moderna se hace mi literatura.

—¿Cuál es la mejor forma de publicar una novela?

El mejor y casi único consejo es no desesperar. Para escribir medianamente bien antes hay que desechar mucho y reescribir más todavía. Soy partidario de los canales tradicionales: mandar los manuscritos a concursos literarios (asequibles para el nivel del autor), enviar los manuscritos a editoriales (sin despreciar las pequeñas), participar en clubes de lectura y escritura, hacer algún curso de escritura y armarse de paciencia. Y hay que estar preparado para aceptar con humildad los rechazos literarios (yo tuve muchos hasta que mejoré y pulí mi voz narrativa, encontré una agente literaria y me dieron la oportunidad de publicar mi primera novela). Hacerse escritor no es ganar dinero, ante todo; uno escribe porque es una necesidad imperiosa que tiene de contar su mundo interior.

—¿Qué piensas de la auto publicación? ¿Y de Amazon?

Me parece bien que alguien recurra a la auto publicación si quiere escribir una especie de historia familiar para regalar a sus parientes y allegados, pero considero que ya está internet para colgar los escritos si alguien tiene prisa por dar a conocer sus textos. Ya he comentado que soy partidario de los canales tradicionales de publicación, que además son un inicial filtro de calidad de lo publicado. En líneas generales, el escritor de raza que persevera, termina publicando en una editorial de cierta calidad, o de calidad.

Respecto a Amazon…, una cosa es comprar libros en dicha plataforma si no se encuentran en la localidad donde uno vive, pero yo prefiero hacerlo en librerías para darles vida, porque ellas son el sistema circulatorio y el alma de la industria literaria.

Suelo comprar libros de autores que publican por primera vez si encuentro en ellos algún destello de calidad, porque hay que darles una oportunidad. Los compro en las librerías, por supuesto.

—¿Libro en papel o en formato digital?

En papel, por supuesto. El libro electrónico me produce calambre mental.

—¿Escribir a mano o en ordenador?

Escribo a ordenador mis novelas y artículos. ¡Menudo gustazo! Ahora bien, la fase previa de cada novela, la recogida de información histórica, la trama principal y las subtramas, los caracteres físicos y psicológicos de los personajes, el esquema de los capítulos y todo cuanto se me ocurre lo escribo a mano en varios cuadernos de buen papel que me regala María José, mi mujer.

—De tus novelas: ¿Tienes alguna preferida o en cada una hay algo que la hace única para ti?

No soy capaz de decidirme por alguna en concreto. Todas ellas tienen algo de mí; o mucho.

—¿Qué escritor y novela español destacarías? ¿Y qué clásico de la literatura universal?

Español: Miguel Delibes y El hereje. Un clásico: El Quijote.

—¿Qué piensas de la “moda actual” en la que todo el mundo escribe y publica libros?

No hay nada nuevo bajo el sol. En la Roma antigua los escritores ya se quejaban de lo mismo. Lo que sucede es que en la actualidad existen muchísimas facilidades para publicar.

—Algún apunte sobre tu última novela, Venus en el espejo. ¿Se puede decir si tienes algún nuevo proyecto en mente?

Venus en el espejo me ha dado muchas satisfacciones y, a la hora de elaborar el personaje de Olimpia Maidalchini, me serví de los recuerdos de un tío mío que terminó sus estudios sacerdotales en Roma y conocía bien el Vaticano desde dentro en época de Pío XII.

Respecto a mis proyectos, acabo de terminar un ensayo de historia que se publicará el año que viene. Nada más terminar la Navidad me pondré a escribir una nueva novela.

—Algo que te gustaría decir y no te haya preguntado.

Pues no me queda nada en el tintero.

Emilio Lara es autor de las novelas La cofradía de la Armada Invencible (2016), El relojero de la Puerta del Sol (2017, XXIV Premio Andalucía de la Crítica y XIX Premio de Novela Histórica Ciudad de Cartagena), Tiempos de Esperanza (2019, ganadora del Premio Edhasa Narrativas Históricas), Centinela de los sueños (2021) y Venus en el espejo (2023); Premio a la Cultura 2019; Premio Legatus de novela histórica de Linares (recibido en 2022). A pesar de esta trayectoria, es una persona cercana, que tuvo la gentileza de inaugurar los Encuentros Literarios que la Asociación Café de Palabras (a la que pertenezco) realiza periódicamente, y por lo que le estamos inmensamente agradecidos. Y yo también lo estoy por dedicar parte de su tiempo a concedernos esta entrevista.


 

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