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ENTREVISTA "Aquí hay una clave, una clave económica fundamental. Si las grandes empresas y los grandes poderes económicos y comerciales occidentales no estuvieran fuertemente ligadas a Israel, otro gallo cantaría. Hay una complicidad brutal a nivel económico; lo que está ocurriendo es posible solo porque es económicamente rentable. |
2025-08-15
POR MARIBEL COLMENERO
—JAVIER, ¿podrías resumir lo que está ocurriendo en Gaza?
Sin duda alguna es un genocidio narrado en directo por sus propias víctimas. A diferencia de otros es el primero negado en el momento en que está siendo cometido, y esto es lo realmente grave de esta situación. Los otros holocaustos o genocidios se hicieron siempre, digamos, a espaldas del ojo público, ocultándolos, y se supieron a posteriori; este, en cambio, se está sabiendo en el momento y, además incluso, se anunció que se iba a cometer. Muchas organizaciones internacionales denunciaban que si no se paraba la impunidad de Israel el genocidio podría ir a más y desatar una ola de asesinatos masivos, de exterminio de la población palestina en la franja de Gaza, pero también en otras partes del mundo, incluidos Jerusalén y Cisjordania; sin embargo, no se ha parado. Nunca podremos decir, como en otros genocidios, que no lo sabíamos; todo lo contrario, la historia juzgará a aquellos que, conociendo lo que está pasando, no hicieron nada para detenerlo.
—Entonces, como ya has dicho, estás de acuerdo en que esto no se puede definir con otra palabra que no sea genocidio.
Bueno, se puede definir de muchas maneras. Genocidio es una definición legal del exterminio de una población que se está realizando, en este caso de los palestinos, de la franja de Gaza, y que busca su exterminio sólo por su condición nacional o étnica. Pero las condiciones que se dan ahora en la franja de Gaza se están cultivando también en Cisjordania y Jerusalén con el borrado de todo lo nativo palestino de la región. Esto significa que, si ahora se permite el genocidio en Gaza, lo siguiente será Jerusalén y Cisjordania, y después vendrán los países limítrofes. La impunidad es el principal problema de la cuestión, porque estaría abriendo las puertas del infierno para cualquier otro pueblo del mundo que decida responder al imperialismo, a la colonización y a su limpieza étnica. Esto es sumamente grave; se está pulverizado el derecho internacional sin consenso, por la puerta de atrás, por parte de Estados Unidos, de Israel y, no lo olvidemos nunca, de la Unión Europea que ha colaborado, y lo sigue haciendo, con el genocidio de los palestinos en la franja de Gaza.
—¿Sobre quién recae la responsabilidad de esta atrocidad?: ¿Hamás? ¿Netanyahu? ¿La comunidad internacional que asiste como espectadora de la misma?
Cuando hablamos de repartir culpas a mí me gustaría recordar las palabras de la relatora especial de Naciones Unidas de Derechos Humanos para los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, que dijo que si Palestina fuera la escena de un crimen llevaría las huellas dactilares de todos nosotros, y serían las huellas dactilares de Israel, pero también las de Estados Unidos, de todo el bloque occidental (empezando por Europa), de todas las empresas que están haciendo caja con el genocidio y ocupación de Palestina, y de todos nosotros por mirar hacia otro lado y no acometer un aislamiento internacional de Israel, respuesta lógica junto con las sanciones y desinversiones al país para que deje de cometer los crímenes que está cometiendo en Palestina. Hasta ahora no se ha acometido ninguna sanción y, hay que recordar que, la Unión Europea aún no ha aplicado ni una sola sanción a Israel. Esto tiene nombre y apellidos: no solo Netanyahu, Donald Trump, sino también Ursula von der Leyen, y todos y cada uno de los líderes de los países europeos que, a pesar de que piden sanciones a Israel, no las practican.
—¿Cómo te explicas, si es que puede hacerse, la pasividad internacional ante esta barbarie?
Aquí hay una clave, una clave económica fundamental. Si las grandes empresas y los grandes poderes económicos y comerciales occidentales no estuvieran fuertemente ligadas a Israel, otro gallo cantaría. Hay una complicidad brutal a nivel económico; lo que está ocurriendo es posible solo porque es económicamente rentable. Si de verdad queremos frenar esta campaña genocida tenemos que frenar la rentabilidad de esas empresas, de esas transacciones económicas y la rentabilidad de un crimen de guerra como el genocidio o la ocupación. Si todas estas empresas sufrieran una campaña de boicot, si vieran como sus beneficios se reducen sólo porque se asocia su nombre a Israel, ¿qué ocurriría? Este es el planteamiento que hace la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (campaña de BDS). Es fundamental hacer que estos crímenes de guerra no sean rentables.
—¿Y que la víctima del Holocausto nazi se haya convertido ahora en verdugo?
Yo creo que hay que diferenciar varias cosas. Lo primero el movimiento sionista que surge precisamente con los nacionalismos en la Europa de los años 30 y que se aprovecha del dolor de la barbarie del holocausto nazi, que provocó la Alemania de aquel entonces, para construir manu militari un estado como es el estado de Israel como la forma de redención de ese dolor. ¿Cómo es posible que ahora esa forma de redención se haya vuelto en contra y esté provocando un nuevo holocausto? B’Tselem, una organización israelí de derechos humanos, señaló que los israelíes, no dijo los judíos (ya que la mayor parte de los judíos del mundo son anti sionistas), estaban provocando el genocidio. Israel ha utilizado el dolor del holocausto para protegerse ante las leyes internacionales que, además, venían a proteger a los judíos del holocausto nazi. Es básicamente la historia de un niño malcriado al que se le ha consentido todo y que finalmente se ha convertido en su propio verdugo. Si hay una amenaza a día de hoy para el judaísmo, para la paz en el mundo y para la paz de los judíos es el estado de Israel, y de esto los propios israelíes ya se están dando cuenta.
—En tu opinión, ¿cómo se solucionaría el conflicto, de la mejor manera posible para todos?
El conflicto ahora mismo está en una fase genocida y, por lo tanto, requiere de medidas urgentes y democráticamente radicales. Ahora mismo lo más sensato, y esto es algo que ha expuesto el presidente de la República de Irlanda, es convocar una reunión de la Asamblea de Naciones Unidas para articular una fuerza de protección internacional militar que proteja a la población civil de la franja de Gaza para evitar más muertes y para garantizar el acceso a la ayuda humanitaria, para que nadie más muera de hambre. Es lo más urgente ahora, para proteger a los palestinos de Gaza, pero también Cisjordania y Jerusalén, contra las agresiones de los colonos, del ejército que se están llevando a cabo. A partir de ahí habría que empezar a hablar de otras cuestiones, como la viabilidad de un estado supremacista, etnocentrista en una región en la que tradicionalmente hay una riqueza de culturas y religiones. La solución, de la que ya hablan no sólo los palestinos, sino también muchos judíos, israelíes en el mundo es la de crear un solo estado democrático en el que todos tengan cabida. Significaría darle a Israel, pero también a Palestina, un carácter realmente democrático en el que una persona-un voto.
—¿Qué le dirías a los gobiernos, al español en concreto?
Les diría que basta ya de palabras, queremos hechos. Hay tres cuestiones que pueden hacer ahora mismo. Uno, aplicar un embargo inmediato y total de armas a Israel, tanto para la venta como para la compra como no permitiendo el tránsito de armamento ni tampoco de energía para hacer posible el genocidio en la franja de Gaza. Lo segundo sería romper todas y cada una de las relaciones con Israel, romper con el estado, expulsar a los embajadores, llamar a nuestro embajador en Tel Aviv. La tercera cuestión sería empezar a navegar en la protección de todos los palestinos; creo que es el momento de que España sea un ejemplo de refugio y acogida de los palestinos que están sufriendo el genocidio en la franja de Gaza, pero también la ocupación y colonización en Jerusalén y Cisjordania.
—¿Los ciudadanos de a pie podemos hacer algo efectivo a corto plazo? ¿Cómo podemos ayudar a esas personas?
Creo que, en la medida de nuestras posibilidades y atendiendo a nuestra conciencia, tenemos que hacer lo que buenamente podamos. Si pensamos que mandando un Bizum o ayudando a través de una página de crowdfunding a alguien para que pueda sobrevivir creemos que es el camino, hagámoslo. Pero lo que está claro, y es lo que nos piden también los palestinos, no es ayudar individualmente, sino alzar la voz por ellos, que se siga hablando de Palestina y, sobre todo, que hagamos la ocupación inviable a través del boicot, un boicot completo a Israel; esto empieza por no consumir productos culturales israelíes, por no consumir productos deportivos israelíes, por pedir el boicot en las competiciones, por no consumir productos de empresas que, aunque no son israelíes, tienen capital sionista y participan y normalizan la ocupación y colonización israelí. Para esto lanzamos un mensaje muy sencillo: si de verdad nos importan los derechos de los palestinos y lo que está pasando deberíamos de colaborar y empujar entre todos para que esas empresas acaben saliendo del país, acaben rechazando la colaboración con ese país, haciendo inviable un régimen que es, sobre todo, económico. También participar en las manifestaciones, en las concentraciones, alzar la voz por los palestinos, y seguir hablando de ellos.
—Háblame de la plataforma y de las próximas convocatorias o iniciativas que tiene previstas Jaén con Palestina.
Yo soy uno de los integrantes de la plataforma, que está constituida por más de una docena de organizaciones sociales, sindicales y políticas, y también activistas. Desde el 7 de octubre del 2023, que constituimos la plataforma hasta ahora, se han convocado muchas manifestaciones, concentraciones, actos, etc., convirtiéndose la plataforma en uno de los principales movimientos sociales de la ciudad y la provincia de Jaén.
Lo próximo que haremos será en octubre, cuando se cumplen dos años del inicio del genocidio. Vamos a convocar, en todo el país, en toda España, pero también a nivel internacional, concentraciones y manifestaciones para decirle, no sólo a Israel, también a nuestros países, que basta ya de palabras, que queremos hechos y que la justicia prevalezca. Pedimos que todas las personas que puedan se unan a estas concentraciones y manifestaciones. En Jaén haremos una, y esperamos que mucha gente (de la provincia y de otras partes) pueda venir a acompañarnos en este grito común de solidaridad con los palestinos.
—¿Cómo te gustaría despedir esta entrevista?
Con un mensaje de esperanza. Nunca es tarde para salvar una vida, y está en nuestra mano que España se convierta realmente en un faro de luz y esperanza para los palestinos pero también para la humanidad. Tenemos las condiciones propicias, solo hace falta seguir empujando y diciéndole a este gobierno que tome las medidas necesarias, pedirle, exigirle un embargo de armas total y la ruptura de relaciones con Israel de forma inmediata. A partir de ahí podremos empezar a construir un país mucho más serio a nivel internacional y consciente con lo que está pasando en Palestina.
—Retrato Personal del entrevistado-a (en este caso me gustaría que las respuestas estuvieran enfocadas, si es posible, al tema que nos ocupa):
Una película: Cinco cámaras rotas.
Un actor-actriz: Javier Bardem.
Una canción: Multiviral, de Calle 13.
Un libro: Breve historia del conflicto entre Israel y Palestina, de Ilan Pappé.
Un deseo: El fin de la ocupación.
Una imagen: Los niños jugando en la playa de Gaza.
De qué color es la guerra: Negra.
De qué color es la paz: Verde y blanca.
Un buen líder es…: Un buen líder no es un líder.
La política es…: Lo único que nos queda.
¿La vida es bella? ¿O es bello vivir?: Es bello vivir.
Un lema, o una frase, a seguir: Nadie será libre hasta que los palestinos sean libres.
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