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“Otra vez más la clase obrera pagará la soberbia de los dirigentes de las izquierdas marca España.” |
2023-06-18
De la mano de la Constitución del 78, llegan las decimosextas elecciones generales democráticas en España. El próximo 23 de julio se celebrarán.
Ahora transcurre la expectación del pueblo. Mientras, por un lado, los aliados naturales, PP y Vox, el IBEX 35 y el poder económico, desde la pulcritud rutilante de su estrategia, tienen la parida diseñada. Y con más seguridad que inseguridad. Serán los intereses de la economía los garantes de que todo sea propicio en el alumbramiento que propiciará la buena salud y el desarrollo del capitalismo marca España. Por otro lado, la unión de las fuerzas de izquierdas —a la izquierda del PSOE— han cerrado sus acuerdos desde el adelanto de una farragosa cesárea con una cirugía y con un hilo de sutura que ha provocado una supuración infecciosa que puede acabar con la parida Sumar, —su nacimiento electoral— más pronto que tarde. Los militantes de Podemos, que salieron en su día del 15M y se mantienen en la formación; no van a ser las gasas, vendas o tiritas, y, mucho menos, el bálsamo que cure la infección surgida en este nacimiento ‘antinatural’. Tras un ‘embarazo’ que se ha llevado fatal y en el que únicamente se conocía el nombre de la criatura. Viene un nacimiento donde la humillación, el ego, el totalitarismo ha alumbrado la negociación para la asistencia del parto.
Con toda probabilidad, Sumar será el gran perdedor de las próximas elecciones generales, y, el PSOE, el gran damnificado. En este contexto el dato de la abstención no solo se mantendrá, sino que crecerá. Yolanda Díaz se ha creído poema, sin llegar a verso para una gran parte de la militancia y simpatizantes de Podemos. A Yolanda, figura tramposa y de falsa moderación, con comportamientos de trepa en todo el proceso, la ha dominado la humillación, el ego, el totalitarismo… No ha tenido miramiento ni respeto alguno hacia la base política que nada tiene que ver con los cargos orgánicos e institucionales de su particular parida. Base, que habría de ser, y no será, el gran granero de sus votos para poder ser ganadora. Base, que no ejercerá el voto útil y tras las elecciones sufrirá los desmanes del capitalismo marca España. Base, de firmes valores, fiel a lo que siente y piensa. Coherente a la justicia, a la verdad de sumar.
De no haber arrepentimiento, y, enmienda. Con esto cumplido y definido para los cuatro años próximos a las elecciones. Otra vez más la clase obrera pagará la soberbia de los dirigentes de las izquierdas marca España.
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