EDITORIAL  "¿Cuál es la salud democrática actual de España?

2025-02-23

23-F (44 años)

Han pasado 44 años desde aquel 23 de febrero de 1981, fecha en la que los franquistas se organizaron para derrocar el orden constitucional con el propósito de hacer volver a España a su época oscura del siglo XX. El golpe de Estado de 1981 —el 23-F— perpetrado por mandos militares, no triunfó.

A pesar de que el golpe de Estado fue frustrado, las consecuencias de este episodio aún resuenan en la sociedad española. La transición hacia la democracia fue un proceso complejo y delicado, marcado por tensiones y desafíos. La polarización política y la persistencia de ciertos sectores nostálgicos del franquismo son algunos de los obstáculos que aún enfrenta la consolidación absoluta de la democracia en España.

¿Cuál es la salud democrática actual de España?

Hoy, una gran parte de la derecha española vive en la profunda nostalgia del franquismo, lo que se traduce en un discurso político que cuestiona los avances en derechos sociales y libertades individuales. La polarización y la crispación política dificultan el debate sereno y constructivo sobre los desafíos que enfrenta el país.

A pesar de estos desafíos, la democracia española ha logrado avanzar como un sistema político estable y garante de derechos y libertades. Sin embargo, es fundamental no bajar la guardia y seguir trabajando para robustecer la calidad de nuestra democracia.

Es necesario, más que nunca, fomentar la participación ciudadana, promover el debate público y garantizar la independencia de los poderes del Estado. Solo así podremos construir una sociedad más justa, libre e igualitaria para todos.

En este 44 aniversario del 23-F, es importante recordar y reflexionar sobre este episodio de nuestra historia. No podemos olvidar el pasado para no repetir los errores del pasado. La democracia es un valor que debemos defender y proteger día a día.

El 23-F sigue siendo un recordatorio de la fragilidad de las democracias y de la importancia de defenderlas con convicción. A 44 años de aquel intento de subversión, España debe continuar vigilante ante cualquier intento de retroceso y reafirmar su compromiso con los principios democráticos y el respeto a la legalidad constitucional.