08-05-2022

“han llegado las escuchas, el espionaje y ya tenemos a Rufián anunciando que o esto se aclara o la legislatura puede acabar. “

Las nuevas tecnologías nos han dado muchas y buenas noticias. Las nuevas tecnologías nos resuelven muchos problemas. Las nuevas tecnologías nos faciliten la comunicación y nos acercan a los puntos más recónditos del planeta.

Las nuevas tecnologías nos han dado muchas y buenas noticias. Las nuevas tecnologías nos resuelven muchos problemas. Las nuevas tecnologías nos faciliten la comunicación y nos acercan a los puntos más recónditos del planeta.

Pero todo lo bueno también tiene sus aspectos “no tan buenos” y sirva como ejemplo que sin la pandemia todos vemos lo positivo de celebrar reuniones telemáticas que nos evitan desplazamientos y hasta nos permiten hacer dos cosas a la vez. Ahora bien, tanta reunión mirando la pantalla para ver las caras de nuestros compañeros de trabajo nos ha hecho más “independientes” y alejados de la calidez que da sentar junto a otro compañero en una reunión y poder compartir con él las impresiones sobre la reunión…y hasta algún que otro comentario por lo bajini en referencia a lo que dice o comenta quien está hablando. Pero como decía, no todo es bueno.

Hecha la ley, hecha la trampa. Y si positivo es cualquier avance tecnológico, no ha pasado ni un minuto desde que conocemos ese avance, para que ya haya otros “espabilados” que hayan pensado y desarrollado otro avance, que trata de sacar la parte negativa de tal paso adelante.

En estos días vemos como los informativos no dejan de hablarnos de “Pegasus”. Otra nueva palabra que se une a nuestro vocabulario. Con la crisis aprendimos lo que era la prima de riesgo. Con la pandemia aprendimos lo que era el coronavirus. Y con la recuperación hemos aprendido o al menos incorporado a nuestro día a día, el término resiliencia.

Y ahora nos toca una de espías, así que vamos con “Pegasus”. La verdad es que mi querido Basilio no para de preguntar sobre si puede que a él también le hayan espiado, se ve que le preocupa mucho que Marlaska, Robles, o hasta el mismísimo Pedro Sánchez puedan conocer que visita la web de anuncios para comprar algún que otro olivar a buen precio.

“han llegado las escuchas, el espionaje y ya tenemos a Rufián anunciando que o esto se aclara o la legislatura puede acabar. ¿Qué tendrán esos teléfonos espiados que pueden hacer saltar el Gobierno?”

O que los espías lean sus conversaciones con María, la vecina del pueblo del al lado con la que mi buen amigo está tratando de forjar una nueva amistad para cubrir su soledad. Ya le he pedido que se siente y aquí bajo el olivo ando tratando de hacerle comprender que dudo mucho que el Gobierno se interese por sus mensajes o sus visitas a internet. Pero me insiste en que espíen a quien espíen, eso no le suena bien. Y tanto, eso no nos suena bien a nadie.

Quiero pensar que el espionaje a los móviles de políticos que parece ser que ha efectuado el Gobierno con el programa “Pegasus” son acciones que estarán amparadas por alguna resolución judicial, de lo contrario mucho me temo que aquí hay tomate. ¿Se acuerdan de la famosa ley de la patada en la puerta del ministro socialista Corcuera?, pues con “Pegasus” tenemos la versión 4.0 de esta vulneración de derechos fundamentales, y eso en democracia, no está o no debe estar permitido. Nuestro ordenamiento jurídico es rico y amplio y contiene instrumentos y normas que permiten al Estado protegerse de las artimañas de los independentistas.

Ya se demostró con el art.155, así que no hay que recurrir a saltarse la ley para proteger la ley. Los demócratas tenemos que seguir defendiendo la unidad de España cumpliendo la ley, y haciéndola cumplir. Ahora hay que ver qué rápido han enarbolado la ley quien se sienten espiados. Pero es que, puestos a rizar el rizo, este Gobierno es único. Días y días luchando para convencer a sus socios de que no se les había espiado y nos llega una nueva entrega del serial.

El presidente y la ministra también han sido espiados y les han robado el contenido de sus móviles. ¿Quién da más? Aquí ya sí que no tengo palabras para explicar esta situación a Basilio. Menuda garantía nos ofrece un Gobierno tan vulnerable. Si fácil ha sido que un pirata informático, los servicios secretos de otro país, o vete tú a saber quién le hayan robado toda la información, fotos, archivos, conversaciones… al presidente y a la ministra, imaginen lo fácil que puede ser que un día nos despertemos con un vídeo de las deliberaciones del Consejo de Ministros y convirtamos las disputas internas en el programa de más audiencia en la televisión de turno.

Lo que no me negarán es que los que llamamos socios de Sánchez han encontrado la excusa perfecta para seguir metiendo presión al PSOE. Ni la crisis económica, ni una pésima gestión de la pandemia, ni el elevado precio de la luz, ni la inflación disparada, ni las huelgas de transportistas, ni las manifestaciones de los agricultores..., nada de eso ha conseguido acabar con el apoyo que independentistas, podemitas, amigos de ETA… han brindado a Sánchez.

Pero han llegado las escuchas, el espionaje y ya tenemos a Rufián anunciando que o esto se aclara o la legislatura puede acabar. ¿Qué tendrán esos teléfonos espiados que pueden hacer saltar el Gobierno?

Como no consigo explicarle bien a Basilio lo que ocurre, el cambia el tercio y muy acertadamente me plantea, que todo esto está muy bien, pero que mientras andan con el jueguecito de “Pegasus” los precios siguen por las nubes, la bajada del recibo de la luz ni está ni se la espera, el desempleo subiendo en el primer trimestre según la EPA y así sigue relatándome temas que de verdad preocupen a los españoles, pero problemas que no ocupan a nuestro presidente Sánchez.

 

Para dar tú opinión tienes que estar registrado.

Comments powered by CComment