2022-11-20
La psicología positiva no busca influenciar hacia el optimismo ingenuo y al placer, tampoco en entrar en debate sobre cómo es mejor intervenir con las personas en la psicología clínica, no es una filosofía que a través de un discurso te enseña a mirar con gafas rosas y mostrarte que tus sueños son posibles, que entre más experiencias placenteras vivas serás más feliz. Y quizá ya lo sabían, pero la felicidad no está afuera, ni en unas gafas color rosa, ni frases motivadoras que tambalean sobre una psique con traumas sin resolver.
La PP no es separatista de la psicología, incluso, es tan inherente a ella como lo somos nosotros a nuestra propia psique. Únicamente que se enfoca en ocupar el método científico para su objetivo, que es el de potenciar el bienestar a través de la intervención y entrenamiento de las fortalezas humanas, para así crear programas específicos para que las personas entrenemos como ir al gimnasio emocional, nuestro optimismo, la gratitud, el perdón, la resiliencia, sentido del humor, entre otras de las 24 fortalezas; también potenciar nuestra inteligencia emocional y la capacidad de vivir más en el presente.
Se une a colaborar con el objetivo y fin último de la psicología, el bien del otro; al no solo ayudarlo a detectar la depresión y disminuir la ansiedad, a vivir un duelo y trabajar la autoestima, si no también, ayudarlo a entrenar otras fortalezas que no son exclusivos rasgos psicológicos de otras personas. ¿Quieres ser más amoroso? ¿Más agradecido? ¿Más optimista?, Si, si es posible, y no solo por qué lo quieres, si no, porque se puede trabajar en ello.
Es través de nuestro trabajo interno, introspección, reflexión, conciencia emocional y el entrenamiento de nuestra inteligencia emocional y fortalezas, que vamos desarrollando la capacidad de conexión con el disfrutar la vida y disfrutarnos a nosotros mismos.
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