2022-01-01
Lo que expresamos y lo que decimos de nosotros mismos se vuelven ecos de alto valor psicológico para el inconsciente, ¿aprendemos a utilizar nuestras palabras para el bien? O ¿para ayudar y ayudarnos?
Las palabras integran y canalizan nuestro mundo emocional y cognitivo en un proceso, el lenguaje, es por ello por lo que nuestras palabras son un recurso muy valioso que forja nuestra personalidad, nuestra forma de ver la vida y la manera de conectar con los demás.
Veo a la palabra como un tesoro intangible cuyo poder creativo a través de la voz o la escritura es capaz de conectar nuestro mundo interno con tantos otros, materializa con el otro ser algo que solo existía en mí y ahora forma parte de un compartir, teniendo la posibilidad de trascender y generar contenido de alto valor emocional tanto para el emisor como para el receptor. 
Es interesante observar el lenguaje que ya tenemos condicionado e integrado sobre nosotros y la vida, nos proyecta de manera muy clara nuestros sesgos y percepciones, teniendo a su vez, el poder de empoderarnos o desanimarnos, sin embargo, es un alivio saber que podemos aprender a reajustar nuestras palabras para que sean nuestras compañeras y aliadas, por ejemplo, en lugar de decir “NO tengo dinero” podemos cambiarlo por “Ahora tengo otras prioridades” o un “NO soy bueno en lo que hago” por un “Estoy aprendiendo a hacerlo”, o el simple detalle de cuando me dicen gracias, cambiar el “De nada” por un “Es un placer” esa diferencia alimenta mi energía, estoy entrenando a mi cerebro para usar conscientemente mis palabras y que reflejen con honestidad y congruencia lo que vive en mí, lo que siento y lo que soy como una manera de compartirme genuinamente con el mundo.
También considero importante serle fiel a nuestras palabras, cumplir la palabra con nosotros mismos y confiar en lo que decimos, ser claros y específicos ayudará mucho en nuestras relaciones.
Usemos nuestras palabras para construir y sumar el bien, para sanar, solucionar, amar, inspirar, que procedan de la conexión y fortaleza del corazón. Confía en tu palabra y úsalas conscientemente.
Para dar tú opinión tienes que estar registrado.