2022-12-03
El martes llegó con el primer dato positivo de la semana. En realidad, la evolución de gran parte de los indicadores de este país está siendo positiva. En este caso, el INE nos traslada que la inflación se modera. En noviembre, el Índice de Precios al Consumo aumentó un 6,8% con respecto al mismo mes del año pasado. Una bajada respecto al mes anterior que, dentro del escenario de carestía que atraviesan España y todas las economías avanzadas con la guerra de Ucrania de fondo, es un dato esperanzador que sumar a los de los anteriores meses.
Resulta curioso que, cuando los datos son buenos, la mayoría de la prensa nos los presenta como si llegasen solos, como si los vientos del norte hubiesen decidido en esta ocasión bajar los precios o el coste de la vida, dentro del difícil contexto que vivimos. Por el contrario, cuando las cosas vienen del revés, el problema ya tiene origen, y tiene culpables.
El caso es que las medidas del gobierno siguen funcionando. Y buena prueba de ello es que los campos de batalla que abre la derecha ya se ubican en espacios diferentes al económico, la sedición, Cataluña o Navarra, cuestiones en que, a base de disparates y fakes news, apelan a su falso patriotismo y a lo perverso que es “este gobierno bolivariano y filoterrorista”. Lamentable. No estaría mal que por una vez la derecha opositora se olvide de insensateces, y se alegre de que las cosas vayan mejor para España y para nuestros compatriotas, aunque haya que seguir peleando día a día en este contexto bélico mundial que nos está afectando a todos los países, y a quienes los habitamos.
Estamos, además, empezando a comprobar la fuerza y el impacto de la influencia de Pedro Sánchez en Europa. No olvidemos nunca que el PP peleó hasta la saciedad por impedir la llegada de los extraordinarios Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Una decisión terrible, antipatriota e incomprensible. Cuando veamos cambiar nuestro país y nuestras ciudades, no olvidemos la España en blanco y negro por la que peleó la oposición.
Porque es el gran hito de nuestras vidas, el que nos ha permitido salir del más difícil drama, porque es el que nos está haciendo liderar los rankings económicos en los peores momentos. La capacidad de lucha por España de Pedro Sánchez, y sus ideas claras sobre a quién había que ayudar en esta crisis.
Y estoy cada vez más seguro de que la propia derecha es plenamente consciente del buen trabajo del Gobierno y su presidente; aunque nunca lo vayan a confesar. Que sus decisiones han sido muy buenas para las familias, para los trabajadores y trabajadoras, para las clases medias, también para las más vulnerables. Lo saben. Pero esta derecha defiende otros intereses; prefiere los contratos-basura, la bajada de impuestos a los ricos, la subida del 0,25 por ciento de las pensiones, o privatizar servicios públicos. Es la derecha en España.
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