25-09-2022
La falsa teoría de la derecha española en la oposición, es que la economía se mueve más fácilmente sin más impuestos (sin impuestos a los ricos y poderosos, se entiende), y que eso generará precisamente mayores recursos tributarios. Cuando están en el gobierno, el cuento cambia. Así, Rajoy subió los impuestos Hasta 50 veces a las familias de clases medias y trabajadoras, mientras aprobaban, eso sí, una vergonzosa amnistía fiscal a grandes defraudadores, que después fuera tumbada por el Tribunal Constitucional.
Esta semana se ha conocido la decisión de Moreno Bonilla de bonificar totalmente en Andalucía el impuesto sobre el patrimonio; un impuesto que grava actualmente al 0,2 % de los andaluces, con un patrimonio neto superior a los 700.000 euros. La recaudación anual, de alrededor de 100 millones de euros, dejará de ingresarse, por mucho que Moreno Bonilla diga que ahora Andalucía va a ver llegar millonarios a porrillo que dejarán múltiples recursos en la Comunidad. Un cuento chino similar a aquella “bajada masiva de impuestos” que al final, una vez más, solo afectó a los que más tienen.
Mientras tanto, desde lo más profundo de sus contradicciones, el PP plantea cuestiones como la deflactación de la tarifa del IRPF, o la prórroga de la bajada del IVA del gas aprobada esta semana por el gobierno. Totalmente incomprensible si no se entendiera en el marco de la necesidad del PP de blanquear como sea sus verdaderas intenciones fiscales, tan claramente visibles hace tanto tiempo, cuando nos enseñaron que el PP es el de las subidas de impuestos a las familias, el que perdona a los defraudadores en una amnistía fiscal inconstitucional, el partido de los negacionistas de la política energética que se encuentran enfrentados, incluso, a toda Europa, hasta haberse transformado en una especie de lobby al servicio de las energéticas y de los poderosos.
Es muy difícil recuperar la humanidad en política (entendida como la capacidad para para sentir comprensión o solidaridad hacia las demás personas), cuando se ha dicho que no a la gente, mientras se defienden los intereses de los más poderosos.
Pero para recuperar esa humanidad perdida no vale solo una estrategia mediática. Lo mismo que han perdido el debate energético por preferir estar con los que tienen ahora que contribuir porque ganan con la crisis, eléctricas y bancos. Lo han perdido con la gente, lo han perdido con el gobierno, lo han perdido con su país, lo han perdido con Europa, y lo han perdido con la historia. Todo por ese empeño sin sentido en la insolidaridad y lejanía de las familias en estos años de dificultades y horror.
No ganan humanidad quitando en las Comunidades que gobiernan los impuestos a los más ricos, mientras condenan a las familias. A que su sanidad pública, la educación o la dependencia, sufran cada vez más. El “paraíso”, ha llamado Ayuso a esta aberración.
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