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2023-12-03
Mesa grande
A todos nos agrada vivir en paz. Todos deseamos y queremos disfrutar de una convivencia sana en nuestro entorno. Supuestamente, claro. Por eso señalo a “todos”. Es en la mesa grande, en el Congreso, donde se sopesan los buenos valores para resolver con afecto las necesidades de este país español.
Derechos y obligaciones. Dos compromisos opuestos que van cogidos de la mano para que la convivencia sea pacífica y sin faltas de respeto. Porque es bien sabido que es de urbanidad, que el respeto es clave en cualquier relación, sea abierta o cerrada, pública o privada.
Es frecuente observar el ambiente ofuscado a nuestro alrededor. El mismo que nos ofrecen las televisiones, sea el canal que sea, privado o público, en que las muestras de falta de respeto son agresivas y lacerantes a nuestros oídos y a nuestras conciencias, con intención de generar en el público una sinergia tóxica, creando pugnas para manipular a la audiencia.
La admiración es el lado opuesto de la envidia. Políticos no igualitarios. Irrespetuosos. Carentes de valores. Dañinos con inventivas malditas que solamente socavan el respeto al prójimo.
Lo malo abunda.
Con lo fácil que es plantearse tratar a los demás como nos gustaría que nos tratasen a nosotros, con lo fácil que sería que nuestros modales fuesen el fruto de buenos comportamientos evidenciando una educación sana. Con lo fácil que sería valorar al prójimo, sus méritos y sus pertenencias.
Pero no. Hemos decantado el flujo de energía hacia el lado en que juzgamos y nada más. Toleramos un ambiente de crispación, de faltas de respeto, nada resolutivo, y así edulcorando pasamos el día a día, con los entretenimientos que nos lanzan incrustándose en nuestro sique, manipulándonos y marcando cuando, donde y en qué tenemos que gastar nuestro dinero, por ejemplo, con el Black Friday.
Discursos populistas, confrontaciones locas, agresividad y visceralidad, todas estas actitudes solo nos llevan a la polarización, y con la atomización que están haciendo de las redes sociales con nuestras informaciones (cookies), el control sobre nosotros aumenta a pasos invisibles pero agigantados.
Por lo que sepan ustedes que el tiempo para la vida contemplativa personal con las faltas de acato ya ha expirado, pues, vivimos muy activos y muy deprisa, tolerando incesantes muestras de faltas de respeto entre los políticos y a la vez de ellos mismos hacia los votantes. Menudo plan… el que nos dibujan los mandatarios a los españoles que vivimos en una sociedad versátil y plural.
Que como bien dijo un expresidente español en una de sus celebérrimas frasecitas: “Cuanto más peor, mucho mejor para todos, y muy mucho cuanto peor para todos, mucho mejor, y muy mucho mejor para mí, el suyo mucho beneficio político, y muy mucho”. ¿Quién no tiene anécdotas en su entorno? Nada supera la realidad más que la misma realidad.
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