22-05-2022
Se ignora el camino elegido para el fracaso, de hombres y mujeres que se pierden dentro de un mundo, de prohibiciones, ya demostrado de no ser la vida que conduce a la superación del problema. Ayudados por malos traficantes de muerte con un solo fin, el poder, el dinero. Ahora está el equivocado, el ingenuo lleno de utópica ceguera, quizás consiguen que este abismo se vaya llenando año tras año, de mayor
numero de seres humanos perdidos, heridos ya de una muerte lenta pero ya segura. Hay enfermos, encarcelados, perseguidos, marginados, prostituidos, y trabajadores sociales y sanitarios frustrados, y un largo etcétera de víctimas, perdiendo el tren de su destino. Así, una vez lleno el abismo, el floreciente negocio de la prohibición permitirá a los que lo controlan sentarse en la cumbre disfrutando de un buen cigarro o un excelente whisky, charlando de inmensos movimientos de capitales negros o blanqueados estrechamente ligados al tráfico, y la destrucción de familias unidas en un mar de sufrimiento, sin más porvenir que la esperanza de que algún día termine ese dolor. No cavé duda de que estos representantes mafiosos celebran los resultados de sus negocios que tan buenos rematan con éxito, más que les garantiza seguir cortando el bacalao, manteniendo o incrementando sus desestabilizadores y repugnantes beneficios.
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