"A pesar de las denuncias que hacemos los movimientos de pensionistas y las buenas palabras de los gobiernos, la brecha de género no se reduce. Al contrario, se incrementará por las nuevas medidas conducentes a exigir más años cotizados, creando más dificultades a las mujeres que no han tenido una carrera profesional larga."
2023-03-12
El reciente 8 de marzo nos brinda una buena ocasión para hablar de la brecha de género que perjudica las pensiones de las mujeres.
Según la estadística facilitada por el INSS correspondiente al pasado mes de febrero, la media de la pensión contributiva, aquella por la que se ha cotizado, que cobraron los hombres en España fue de 1.439 euros, mientras la de las mujeres fue de 966 euros, un 33% menos. En Jaén, donde las pensiones son muy inferiores a las del resto del Estado, la pensión contributiva media de los hombres fue 1.149 euros y la de las mujeres 821.
En nuestra provincia solo una de cada tres pensiones por jubilación es cobrada por mujeres. En cambio, las mujeres cobran el 92% de las pensiones de viudedad, debido a las cotizaciones de sus esposos.
Esos datos corresponden a pensiones contributivas, las que cobran porque ellas o su pareja pudieron cotizar al menos quince años. A eso se añade que la mayoría de las mujeres no tienen los requisitos para acceder a una pensión contributiva y solo consiguen una pensión no contributiva, cuyo importe oscila entre 121 y 485 euros mensuales.
Esto se debe a que los cuidados familiares han recaído y recaen mayoritariamente en las mujeres y como consecuencia, son ellas las que en un mayor porcentaje asumen los trabajos más precarios, a tiempo parcial, temporales y peor pagados. Este es un hecho histórico que se sigue manteniendo en la actualidad produciendo sueldos y cotizaciones más bajas lo que augura pensiones inferiores.
A pesar de las denuncias que hacemos los movimientos de pensionistas y las buenas palabras de los gobiernos, la brecha de género no se reduce. Al contrario, se incrementará por las nuevas medidas conducentes a exigir más años cotizados, creando más dificultades a las mujeres que no han tenido una carrera profesional larga.
Así las cosas, un pequeño avance impuesto recientemente por Europa. Si antes dos días a tiempo parcial computaban como un día para las pensiones, ahora computan como dos. Fue Europa la que sentenció que el planteamiento de la Seguridad Social de contar para la pensión solo el tiempo parcial del contrato y no contar esos días como tiempo completo encerraba una discriminación indirecta porque afectaba fundamentalmente a mujeres.
Pero es solo una pequeña mejora. Las pensiones de jubilación, en definitiva, tienen un sesgo de género muy fuerte que tiene que ver con la propia definición del sistema, basado en las contribuciones del empleo remunerado al considerar como trabajo productivo el que se hace fuera del hogar. No tiene en cuenta las contribuciones del trabajo no remunerado de cuidados, en el hogar, etc. que realizan mayoritariamente las mujeres.
O compartimos el tiempo en el hogar para que las mujeres estén en igualdad de condiciones en el mercado laboral o computamos ese tiempo a efectos económicos y de pensiones. No hay otra solución.
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