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JORGE VALVERDI "Julián se levanta, se prepara y se dirige a su taller. |
2025-09-21
Discapacidad no es límite
Un accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o reduce. Esto priva a las células cerebrales de oxígeno y nutrientes, causando su muerte y resultando en daños permanentes o temporales.
Julián, un hombre de 45 años, experimentó un accidente cerebrovascular que cambió su vida para siempre. Antes del suceso, era un carpintero experto, con manos hábiles que daban forma a la madera con maestría. El ACV lo dejó con una hemiparesia en el lado derecho, limitando la movilidad de su brazo y pierna. Su voz, una vez fuerte y clara, ahora se arrastra en un balbuceo difícil de entender. Sin embargo, su espíritu indomable se mantuvo intacto.
A pesar de los desafíos, Julián no se rindió. Su familia, su esposa y sus dos hijos, eran su motor. La idea de depender de otros y no poder proveer para ellos era un peso insoportable para él. Por eso, a solo meses de su accidente, decidió que la discapacidad no sería un límite, sino un nuevo camino para demostrar su resiliencia.
Con una determinación que conmovía a todos los que lo conocían, Julián adaptó su taller. Aprendió a usar su mano izquierda para sostener las herramientas y a estabilizar los materiales con su cuerpo. Reaprendió a martillar, a lijar y a cortar, cada movimiento un desafío que superaba con paciencia y una tenacidad inquebrantable. Sus diseños se volvieron más simples, más funcionales, pero su calidad no decayó. Al contrario, cada pieza de madera que creaba era una prueba tangible de su voluntad.
Todas las mañanas, con el sol apenas asomando, Julián se levanta, se prepara y se dirige a su taller. La caminata es lenta y laboriosa, pero cada paso es un acto de independencia. Su comunidad, al verlo pasar, lo saluda con respeto y admiración. Saben que su presencia es un recordatorio de que las barreras no siempre son físicas; a menudo, son mentales. Con su esfuerzo diario, Julián no solo mantiene a su familia, sino que también les enseña el verdadero significado de la fuerza.
La historia de Julián nos obliga a reflexionar sobre nuestras propias percepciones de lo que es posible. Su vida nos muestra que la verdadera discapacidad no reside en el cuerpo, sino en la mente que se rinde. Su lucha y su triunfo nos inspiran a mirar más allá de las limitaciones aparentes y a entender que, con determinación y un corazón lleno de amor, podemos superar cualquier adversidad. La capacidad de un ser humano para enfrentar la desgracia y salir adelante es, sin duda, su mayor fortaleza.
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