... ha dejado una marca indeleble en la vecindad y en la ciudad. 

2024-03-10

 

Puerta 86

 

Incendio de Campanar

Transcurridas dos semanas del pasado viernes, 23 de febrero, cuando ocurrió el incendio de Campanar en Valencia. Cabe mantener en nuestras retinas el edificio con 138 viviendas en donde vivían unos 450 vecinos. En ese día, la fatídica tragedia comenzó en la puerta 86, y las llamas se propagaron avivadamente por la fachada hasta envolver al edificio por completo. Un incendio dantesco que ha generado gran preocupación y conmoción tanto a nivel local como nacional. Este fatal incidente, que ha tenido lugar en uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad, dentro de su fatídico balance, en su relato más duro y triste, se ha cobrado la vida de diez personas —q. e. p. d.— así como ochenta y cuatro animales de compañía; cuarenta y ocho perros y treinta y seis gatos. Criaturas, vecinas del inmueble, y ha dejado a su paso tanto dolor y sufrimiento en los heridos, como importantes daños materiales… e igualmente ha suscitado preguntas sobre las medidas de seguridad en este tipo de construcciones recientes.

Las causas exactas del incendio aún están bajo investigación. Las informaciones preliminares sugieren que el fuego podría haberse originado en el sistema eléctrico del edificio, pero se están llevando a cabo peritajes para confirmar esta hipótesis y descartar otras posibles causas, incluyendo la intervención humana.

Este incendio

ha dejado una marca indeleble en la vecindad y en la ciudad.

El impacto emocional y material del incendio es innegable. Numerosas familias han perdido sus hogares y sus pertenencias, enfrentándose a una situación de desolación y desamparo. Sin embargo, en medio de la tragedia, también hemos sido testigos de actos de generosidad y solidaridad que han demostrado la fuerza y la unidad de la comunidad valenciana. Vecinos, voluntarios y organizaciones se unieron para brindar apoyo y asistencia a los afectados, ofreciendo refugio, comida y consuelo en un momento de gran necesidad.

Empatizando con las familias afectadas, ante un edificio que se ha quedado en esqueleto, donde las viviendas han sido devoradas por el fuego, y, que ahora sin su casa tienen que seguir pagando la hipoteca al banco. Posiblemente, habrá alguna entidad que ‘ablandará’ la forma en el pago de la mensualidad. Pero hay que pagar, la banca no tiene ética, ya que ésta solo esgrime y es protegida por la ley para garantizar el cobro de su adeudo. Aunque los pisos hipotecados, a día de hoy, ya no existan, los banqueros exigirán el pago a los damnificados.

Ante esta situación de pago, nada se ha contemplado por parte del Estado español, la Comunitat Valenciana o el propio Ayuntamiento de Valencia —echa la ‘foto’ comienza la etapa del olvido— que no sea la de que sigan pagando al banco. Cosa preocupante y desmoralizadora que amplía el horizonte de incertidumbre de las familias afectadas. Es terrible. Las administraciones públicas, por ahora, resuelven la situación de habitabilidad —durante tres meses— de cuantas personas han vivido tan dramático incendio.

Pero, hoy, la incertidumbre, cual una pesada y asfixiante losa, pulula alrededor de los afectados. Demoledor.

Aun así, la buena moral sigue ausente y no se le espera.

No hablemos de ética, hablemos de leyes. Leyes que contemplen el rescate de las familias afectadas.

Y como ciudadanos pertenecientes al Estado español, propongamos, todos, públicamente, la creación urgente de un real decreto ley que rescate a los ciudadanos afectados por el incendio de Campanar. Decreto ley que esté a disposición de las familias damnificadas, contando éste con una línea económica dotada de la cuantía necesaria que haga frente al pago total de las hipotecas de todas las viviendas afectadas en el incendio. (No nos olvidemos, hay que recordar. Es de justicia desde los antecedentes de socorro y de borrón y cuenta nueva a los que el Estado auspicia —rescate de la banca española—). En donde dicha cuantía será descontada de la deuda que la banca mantiene con el Estado español. Y que por la decisión del Gobierno español, que utilizó 43.000 millones de euros de los 100.000 millones que puso Bruselas a disposición de España, —da sobrado margen de maniobra—. Todo ello siendo presidente del Gobierno por aquel entonces, Mariano Rajoy, que defendía que el rescate a la banca “lo pagarían los propios bancos” y “el rescate a los bancos del Gobierno del PP le ha costado más de 65.000 millones de euros a los españoles”. Ya es hora de que el Estado empiece a cobrar, y por ahora no hay mejor ocasión que esta para que el Estado cobre y siga sumando de la devolución de aquella deuda bancaria. Que, según Eurostat, son [algo más de 89.700 millones de euros el gasto que ha tenido que asumir entre 2008 y 2022 España por los programas de inyección al sector financiero, siendo el grueso, el de 2012. Aquel fue el año, entre otros, del rescate de Bankia, CatalunyaCaixa o Banco de Valencia. Esta cifra absoluta también incluye lo destinado a la Sareb, que fue registrado en 2021 como deuda pública. En este proceso, el Estado solo ha ingresado 15.475 millones. De ahí el resultado del desfase de más de 74.000 millones. https://l1nq.com/L9rZc].

Concluyendo, por solidaridad y justicia, por decencia social, recordémoslo y exijamos al Estado. Sí.

Lo que fuere, sonará.


 

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