[Tenemos que aprender a diferenciar, si el que nos está “incordiando” es un maestro que nos envía la vida, para que nos demos cuenta del aprendizaje que corresponda, o es simplemente el aprendizaje del otro.]

2023-06-18


No hay víctimas ni enemigos para el alma, para el alma solo hay maestros. Los maestros de la crítica llegan a nuestra vida para decirte que nuestro ego es reactivo, para que lo miremos con sentido del humor. Los del daño, llegan para recordarnos que nuestra herida infantil sigue abierta, para que la revisemos con Amor. Los maestros del rechazo vienen a nuestra vida para decirnos que ellos son nosotros, para que iluminemos nuestro inconsciente con responsabilidad. Los de la envidia, pasan por nuestra vida, para recordarnos que tenemos un don prestado, para que lo usemos con humildad. Una vez que comprendemos esto, dejamos de ver enemigos por ninguna parte. El mundo no quiere dañar quienes somos, sino que viene a recordarnos quiénes somos. Normalmente, cuanto más te alejas de tu plan en la Tierra, más sientes que todos te “incordian”. Tenemos que aprender a diferenciar, si el que nos está “incordiando” es un maestro que nos envía la vida, para que nos demos cuenta del aprendizaje que corresponda, o es simplemente el aprendizaje del otro. La mejor manera para que te des cuenta, bajo mi punto de vista, es sentirlo en el corazón. Si somos honestos con nosotros mismos, nos daremos cuenta. Es cuestión de práctica, claro. No pasa nada porque nos sigamos equivocando mientras practicamos. Para aprender a caminar, hemos caído muchas veces.


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