Y todavía nos quedan cientos y miles de bulos sobre estabilidad, sobre falsas noticias de economía, sobre falsos bloqueos, sobre Puigdemont, sobre Cataluña o Euskadi...

2023-07-30


Eran las 20:01 horas del pasado domingo cuando en todos los canales de TV comenzaron a publicar los sondeos realizados para las elecciones de ese mismo día. Mi sorpresa esa mayúscula. Yo pensaba que eran sondeos realizados a pie de urna y que los datos que estaban publicando tenían un alto grado de realidad.

Pero, aunque iba cambiando de cadena de TV, en una me entretuve un poquito más. Y ahí pude analizar, porque por lo menos tuvieron el mínimo detalle de explicar cómo hicieron esa encuesta, que lo que estaban publicando era una encuesta realizada en las últimas semanas. No era una encuesta a pie de urna (basada en la pregunta directa a la persona sobre lo que había votado, es decir, sobre lo existente, se realiza una extrapolación a la población general), sino otra encuesta más de las que nos han inundado estas últimas semanas y meses.

Pero para más detalles, esta encuesta, que daba supermayoría absoluta a la derecha junto a los neofascistas, estaba realizada por el hermano de un antiguo ministro del PP (José María Michavila). El director de la empresa que hizo esa encuesta tan certera es Narciso Michavila.

Ver y escuchar como entusiastas periodistas que se las dan de objetivos, que se las dan de plurales y de imparciales, iban colgando titulares durante esa hora previa a ir conociendo los primeros datos oficiales, en base a esa supuesta realidad que había confeccionado, aunque mejor día cocinado, un hermano de un exministro del PP para todas las cadenas de TV, me provocaba náuseas y al mismo tiempo incredulidad.

Es verdad que temí que esos resultados fuesen reales, pero pronto comenzaron a disiparse en cuanto comenzaron a dar los primeros porcentajes de votos escrutados. Esas encuestas que lanzaban al estrellato a Feijóo y a Abascal, se estaban desinflando con tal fuerza que hasta los propios presentadores estaban rehuyendo de sus propias afirmaciones.

Durante esa primera hora se dedicaron los/las presentadores/as, pseudoperiodistas, especialistas en debates, informadores en nómina de partidos y demás participantes de los circos mediáticos… a crear soflamas cargadas de un análisis profundísimo en el que ya estaban explicando los giros hacia la derecha en ciudades y comunidades de todo el país y aplaudiendo como acólitos los resultados que ellos daban por válidos.

Un síntoma más, que siempre en mis artículos intento exponer, como un ejemplo claro del daño tan grande que provoca a la sociedad la manipulación constante de la información por parte de los medios de comunicación comprados.

Mientras se iban publicando porcentajes más amplios de los resultados oficiales y se iban desmoronando, como un castillo de naipes, toda la cohorte de “expertos en nada”, “informadores parciales” y “periodistas en nómina”, yo me iba alegrando de que nuestro país pusiese freno a la ultraderecha y evitase que la derecha a la que le gusta pasearse de la mano de la ultraderecha le dé alas a la ultraderecha, le dé voz a la ultraderecha y hable como la ultraderecha, … llegase al poder.

Han tenido muchos votos; han crecido de manera muy importante; han subido en representación de manera increíble; han sacado más votos que ninguna otra fuerza política que se haya presentado a las elecciones generales; pero no van a gobernar.

Y quién quiera que gobierne la fuerza más votada deberá proponer un Referéndum a nivel estatal para cambiar la Constitución. Los que dicen ser constitucionalistas ahora no quieren la Constitución porque no les ha interesado nunca, solo para lanzársela a otras fuerzas políticas como si fuesen los únicos adalides de la democracia.

Es lo que tiene asumir que estamos en una Monarquía Parlamentaria dentro de un Sistema democrático representativo en el que los ciudadanos votan, y según una ley injusta donde los votos de las personas no valen lo mismo, se eligen representantes políticos de distintas fuerzas con el mandato de nombrar un Presidente (entre los elegidos y elegidas) según los números obtenidos en la representación al Congreso de los Diputados.

Pedir que le dejen gobernar quiénes han insultado, han atacado, han vilipendiado, han perseguido, han generado bulos y mentiras, han estado en contra de todo, han difamado, … es de ser un auténtico caradura, y sí que demuestra que solo les interesa el poder (gobernar por gobernar).

Y todavía nos quedan cientos y miles de bulos sobre estabilidad, sobre falsas noticias de economía, sobre falsos bloqueos, sobre Puigdemont, sobre Cataluña o Euskadi… Tres semanitas intensas de mentiras… pero ya estamos acostumbrados.


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