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2024-06-16
Es para temerles…
La verdad es que los resultados que se han obtenido en las pasadas elecciones europeas son para temer un futuro incierto. Son unos resultados que no ofrecen tranquilidad alguna. Excepto a los más poderosos… ellos no creo que teman nada.
Ante el auge de la extrema derecha en Europa, y por el mundo, yo me planteo muchos interrogantes que, a día de hoy, ninguna persona que apoya a esta gente ha logrado responderme.
Si la extrema derecha defiende a ultranza como parte de su ideario y de su constante lucha ideológica, la defensa a ultranza de la unidad nacional como eje identitario que hay que defender frente a aquellos que atacan a nuestros compatriotas o a los símbolos nacionales o a la riqueza que producimos, ¿cómo justificáis que estos mismos ultranacionalistas, pero de otros países, tiren los productos de nuestros camiones, ataquen a nuestros camioneros que están trabajando por Europa o hagan boicots a los productos cultivados y/o producidos en nuestro país?
Porque hasta donde llego yo, los mismos que animan a atacar a camiones españoles son los socios de la extrema derecha en España.
Le Pen ha animado a sus compatriotas en las movilizaciones francesas contra los productos agrícolas españoles.
Vaya forma tan singular de defender a nuestro país. Vaya forma tan rara de proteger a los tuyos.
Si la extrema derecha defiende a ultranza que se acabe ya con los políticos, sindicatos o colectivos que viven de subvenciones y del dinero de todos y de todas, ¿cómo justificáis que los representantes políticos que se presentan en las candidaturas de los partidos de extrema derecha no tengan ni oficio ni beneficio? ¿Cómo entonces votáis a quiénes ni han logrado trabajar por su cuenta ni se han preocupado por iniciar actividad empresarial alguna que no dependa de subvenciones o pelotazos a la Administración? ¿No os extraña que lo primero que hagan cuando salen representados es ponerse sueldazos, cobrar mucho por hacer poco y crear fundaciones o sindicatos para cobrar más subvenciones?
Vaya forma tan peculiar de no vivir del Estado. Vaya forma tan extraña de dar ejemplo.
Si la extrema derecha defiende a ultranza a los productores agrícolas y ganaderos de nuestro país, ¿cómo justificáis entonces que estos partidos de ultraderecha luego voten a favor de Tratados de Libre Comercio como el de Vietnam con la UE, como hizo VOX en 2020 en la Comisión de Agricultura de la Unión Europea? ¿Cómo se puede entender que estos que animan a salir a la calle a los tractores con banderas de España y gritos contra el gobierno, luego sean los que están a favor de empobrecer aún más a los agricultores y ganaderos españoles?
Vaya forma tan curiosa de defender el campo español. Vaya forma tan original de vender a los tuyos.
Si la extrema derecha siempre defiende que se deben acabar con los impuestos, ¿cómo se financiará la sanidad pública o la educación pública o las pensiones? ¿Cómo os la apañaréis para pagar una sanidad privada, colegio concertado y la cuota al plan de pensiones privado con un sueldo que esté por debajo del salario mínimo interprofesional? ¿O es que no os acordáis de que están en contra de salarios mínimos y convenios colectivos y negociación colectiva o representación sindical para acordar los salarios de los trabajadores?
Puedo llegar a entender que los hijos de los caciques y los terratenientes; los nietos de los señoritos; los Cayetanos y los chupópteros de la sociedad que te miran por encima de los hombros, quieran organizarse y defender su estatus de supremacía sobre el resto de los mortales.
Pero no llego a entender como gente trabajadora o estudiantes o pensionistas, defienden a estas fuerzas neofascistas que pretenden cargarse su garantía de vida.
Que es muy fácil:
— cuando les toque pagar 1500 € por la escayola de su hijo que se ha roto el radio jugando al fútbol… ¿qué dirán?
— cuando tengan que trabajar hasta los 85 años porque no haya podido pagar un plan de pensiones o el plan de pensiones que pagaron resultó no ser tan bueno como le prometieron… ¿qué dirán?
— cuando vean que todos los jóvenes de su barrio o pueblo emigran a otros países porque lo que cobran ya no lo deciden los convenios, sino el explotador de turno, … ¿qué dirán?
— cuando sus hijos o hijas ya no puedan ir a la universidad, a pesar de que quieren, porque no tengan dinero para pagar esos estudios… ¿qué dirán?
— cuando a pesar de que estemos a 42 °C en febrero, sigan diciendo que no hay cambio climático y que si no hay cosecha en nuestros cultivos es por no poder echar fertilizantes … ¿qué dirán?
— cuando un desgraciado asesine a alguna de sus hijas y vea que solo le caen dos años porque fue “una cosa de dos” o “una peleilla de matrimonio”… ¿qué dirán?
— cuando te impongan el rezo diario antes de entrar al colegio, a la salida, el ángelus, las misas de 12 y la asistencia obligatoria a los rezos dominicales, mientras gritan por todos lados que los inmigrantes quieren imponernos sus tradiciones … ¿qué dirán?
Y solo he puesto una pizca del temor de lo que defiende esta gente, porque es para temerlos. Y seguiré sin tener la respuesta de la gente ante mis dudas, porque como no saben responder a mis preguntas, sacan otras preguntas distintas para contrarrestar esta insensata contradicción.
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