CRISTÓBAL ENCINAS SÁNCHEZ "No se puede comprender que se cometan tantos asesinatos, tantos ataques israelíes indiscriminados a hospitales, tanta iniquidad sin sentido, sin piedad en todo Gaza.

2025-08-15

Siempre Gaza viva

Sabemos, porque nuestro corazón así lo quiere, que nos dará una enorme alegría cuando llegue el día en que la guerra de Israel contra Gaza haya terminado; pero también vendrá mezclada con una gran tristeza por lo que esta ha conllevado, de dolor inmisericorde, de hambres desgarradoras, en un infinito mar de días desolados y de horror indescriptible para culminar con tantas muertes inocentes.

            “Ni terrorismo ni genocidio, Alto el fuego ya, Por una paz justa, Palestina libre”, eran algunos de los eslóganes que se han llevado como estandartes en las numerosas manifestaciones y concentraciones que han tenido lugar en los últimos meses en muchas plazas de España. Expresiones tantas veces mencionadas por tantas personas. Es imposible aceptar las noticias que cada día aparecen en la prensa y la televisión, muertes por decenas que a veces han llegado a más de cien por día en Palestina y sobre todo en Gaza. Cuántas personas que van a recoger los pocos alimentos que les reparten se ven afrentadas a la muerte, y que esta se encarga de seleccionar a muchos que son niños, ¿Y qué van a comer si sus padres no los pueden alimentar?, ¿tierra tal vez?, como hizo un niño desesperado que se llevó a la boca un puñado de polvo. Un puñado de tierra amarga, reseca, que quizá le tapara las vías respiratorias y acabara pronto con su infierno. ¿Cuántos menores han caído ya, 18000? ¿Cuántas vidas caerán en las próximas fechas si en la reunión del próximo y anhelado septiembre no consiguen en la Unión Europea llegar a la decisión consensuada e irrevocable de que Israel parará la guerra en el acto?

            No se puede comprender que se cometan tantos asesinatos, tantos ataques israelíes indiscriminados a hospitales, tanta iniquidad sin sentido, sin piedad en todo Gaza. Ya es hora de que todos los países europeos y, por extensión del mundo, se dignen a reconocer que Palestina es un Estado. Y los que todavía no están convencidos de ello, como EE. UU., lo hagan porque así reconocerán los derechos humanos de los palestinos, que son personas como tú y como yo, que no son perros y por ello no se pueden exterminar.

            El último ataque a un puesto de reporteros se lleva a seis personas más. Ya van más de 200 periodistas asesinados en Gaza en 22 meses. En total, desde que comenzó la agresión de Hamás —que produjo más de 1400 muertes a personas israelíes, cosa totalmente reprobable y no aceptada por nadie—, no podemos aceptar tantas desgracias juntas, desde ningún punto de vista. Y no se debiera de haber postergado la reunión de la U.E. para septiembre, en esta espera que se hace eterna.

            Habremos de recapitular, y pensar, en cuáles son los caminos para encontrar una paz verdadera, un alto fuego definitivo para poder vivir como personas y pensar a la vez en construir un futuro digno, que nos dé la esperanza de tener una vida que merece la pena vivirla en toda su extensión y vivir, además, muchos años felices. Así volveremos a ensamblar todas las piezas para construir un castillo que contenga todos nuestros sueños verdaderos. No todo es posible ni aceptable, salvo la paz y el bienestar humano; las buenas ideas y los buenos sentimientos han de prevalecer para que el mundo siga prosperando.

            ¡No a la guerra en Gaza, ni en Palestina, ni en el mundo!   

A LOS NIÑOS DE GAZA (16-7-25)

Déjalo al niño,

déjalo y que nazca,

que todavía no sabe las palabras.

Deja a la estrella

caminar por su horizonte

en busca del universo.

El hambre los acosa,

la comida está emponzoñada;

la vida se aleja

mientras avanzan las balas.

¡Qué trampa tan mal concebida!:

15000 niños, 30000 miradas.

Son más de 56500 muertes

en esta encrucijada,

y 34000 heridos que a diario claman.

¡Matan a los niños y siempre por la espalda!;

los poderes de Israel los asesinan

y después lo proclaman.

15000 amores han muerto

que a sus padres rompen el alma,

15000 amores insalvables

que clamarán por las tierras

de sangre mal regadas.

Los poderes israelíes

no quieren las floreadas vidas

en la Franja de Gaza.

Abajo a todos los que apoyen

con negras estrategias

razones tan malvadas.

Esperamos el día

en que cambie su sino

y satisfagan las esperanzas

los niños de Gaza.