... En general, cabe pensar que cuando no se hace algo tan importante como es atender a los padres, es porque no quieren. 

2023-12-03

 

Si se me fuera la cabeza

 

Esa frase que alguna vez hemos oído a nuestros mayores: “Si un día se me fuera la cabeza, no tengáis ningún reparo en llevarme a una residencia”. Se comprende que haya ancianos que quieran permanecer en su casa hasta que la vida los deje. Los hijos, a veces, quieren cumplir estos deseos y están dispuestos a arrostrar todo lo que supone acometer esta responsabilidad. Ardua responsabilidad que no solo se limita a estar con ellos y atenderles en sus necesidades básicas y urgentes, incluidas las más íntimas. “Son unos egoístas”, suelen decir otras personas que son ajenas a estos problemas de la tercera edad, hablando de los hijos. También es comprensible que estos tengan sus obligaciones: el trabajo, las tareas familiares, los propios hijos, la distancia…, situaciones en la vida que pueden ser estresantes. Unos hijos, sin embargo, sí podrán hacerlo por tener un trabajo más sencillo, o no tienen hijos ni tantas complicaciones diarias.

En general, cabe pensar que cuando no se hace algo tan importante como es atender a los padres, es porque no quieren.

Lo que sí es verdad es que hay mucha problemática respecto al cuidado de estas personas, que a veces no comprendemos en toda su amplitud. Por ejemplo: el cuidado de la higiene personal e íntima, dental, el afeitado, la recogida de la ropa y lavado de la misma, sí. En el caso de estar encamado, la aplicación de cremas y cambiado de apósitos en las escaras, ayuda en la movilidad, tal como dictaminan los fisioterapeutas; dar los paseos diarios y tomar el sol a los que sean dependientes; dar la alimentación necesaria, variada y apetecible para estimular el apetito, es más complicado. No se nos olvide la función, dentro del acompañamiento, que supone el tono emocional, cuando están muy preocupados, se sienten solos o están bajos de moral, llevarlos al médico. También hay que entretenerlos con dinámicas de animación, ejercicios de estimulación cognitiva y a la vez detectar cualquier cambio psíquico o físico que experimente e informar al especialista. Estos trabajos no están al alcance de todos los hijos que, repartiéndose el trabajo y el tiempo de cuidarlos, no sepan o no puedan realizarlo.

Cuando los llevan a residencias de mayores, hay que mantener la vigilancia de todos estos aspectos, que han de respetarse. Y no dejar al criterio de unas normas improvisadas, el que no se llevaran a los enfermos a los hospitales, tal como ocurrió en la pandemia del covid, en las que murieron, 7291 personas.


Para dar tú opinión tienes que estar registrado.

Comments powered by CComment