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CARMEN MARÍA FDEZ-KOFBLER CASAS-NEFF "Y todo tiene una explicación. |
2025-06-15
Seres territoriales
Como animales territoriales se definen a aquellas especies que defienden como propios los territorios que consideran que lo son.
Da igual el área socio-gráfica que sea o donde esté, en una calle cualquiera, en un parque o en un descampado, ellos, los animales territoriales, por naturaleza, la señalarán como suya y la defenderán como sea, a bocados, a zarpazos o a picotazos. Tal cual, ha sucedido en la ciudad de Linares (Jaén,) con el ataque de unos Rabilargos, vistosos por su plumaje azulado en su larga cola, que atacaban a los viandantes por sorpresa.
Pero tras investigar sobre el curioso caso, resulta que la defensa de lo que consideramos como propio no solo atañe a seres vivos que caminan a cuatro patas, de los que surcan los cielos o de los que habitan en el agua, sino que la territorialidad también nos atañe a nosotros, los mayores depredadores de la Naturaleza, los humanos.
Si nos paramos a pensar en nuestros actos cotidianos, quizás vislumbraríamos que son muchas las señales que vamos emitiendo en nuestro entorno para marcar ese gesto sin palabras que denota, “no sobrepases esta línea, este territorio es mío”.
Y todo tiene una explicación.
La psicología ambiental, ese nuevo concepto para algunas personas y a la vez, un conocimiento muy anclado para otras en su modo de habitar nos educa de forma necesaria mostrando que la interacción entre los humanos y el entorno que nos rodea es fundamental, pues nuestro devenir, ya sea estresante o relajado, como cualquier otro adjetivo que lo defina, nos marcará de forma silenciosa sin apenas darnos cuenta de ello.
Quizás una forma de entender la psicología ambiental sea esa sensación que percibimos sin llegar a entender de arquitectura, al entrar o permanecer en un edificio determinado, ya sea público o privado, de visita o en el centro de trabajo.
Y todo ello, todas esas sensaciones se deben a que los humanos pertenecemos al reino animal.
Es decir, que estamos etiquetados como cordados (por tener columna vertebral) dentro de los vertebrados, que somos mamíferos incluidos en el orden de los primates, descendientes de los homínidos, del género Homo y de la especie sapiens-sapiens.
Una larga genealogía que nos determina a la hora de ser territoriales en este redondeado planeta en el que hay que aprender a coexistir con el resto de las especies con las que compartimos espacio. Y si no, que se lo pregunten a Robert Gifford, que él lo explica muy bien.
Mi reflexión es que debemos aplicar esa sapiencia de Homo sapiens-sapiens, no solo en percibir lo que nos rodea en el ambiente, mejor apliquemos esa humanidad en trabajar con psicología medioambiental. Porque de lo que debemos estar seguros, es que, al fin y al cabo, lo que hagamos (malo o bueno), nos repercutirá más aun de lo que ya lo está haciendo.
Gracias.
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