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... Comprar ropa de segunda mano está de moda. |
2024-04-07
Atrapado por el cuello
Dicen los más longevos-as, que están en plenas facultades y les apetece conversar, que todo se repite. Absolutamente todo. Reflexión que lleva al razonamiento base de que la memoria se edita una y otra vez, y solamente quien vive en la contemporaneidad aprecia la novedad de las modas que son cíclicas y nada novedosas pues todo está inventado.
En el vestir hoy en día, se oyen voces anunciando y poniendo en “vogue” que el reciclaje en la ropa es lo más de lo más. Como si hubieran descubierto una joya en bruto. Piezas de ropa vintage a las que tras pasar por talleres de costura donde arreglos minúsculos, mayúsculos, o “sweet” les dan vida a unas prendas de ropa usada etiquetándolas de hits y colgándolas en un paraban con total autoestima y legitimidad de una segunda o tercera oportunidad de ser lucidas.
Comprar ropa de segunda mano está de moda.
Vestir ropa de segunda mano está de moda. Así es la moda… va y viene. Ya no está mal visto vestir el jersey que se le ha quedado pequeño a tu hermano, o a tu primo, o al vecino. Incluso las firmas más conocidas ya han creado un lugar para rehabilitar las propias prendas de su firma tuneándolas, generando comercio con la premisa de cuidar del planeta.
Puestos ambulantes en
mercadillos la exponen en sus mesas y cuelgan de sus perchas ofreciéndolas a pocos euros.
Calles como la de Velarde en el barrio de Malasaña del Madrid castizo es muy visitada, en la mayor parte de su longitud formada por establecimientos contiguos, donde la ropa de segunda mano es el leitmotiv en la búsqueda de un tesoro.
La sostenibilidad ha provocado que la nueva generación de gente concienciada de que frenar el desastre ecológico al que estamos sometiendo a la naturaleza está cambiando los escaparates de muchos establecimientos que se rigen por la moda. El empuje de la oferta de segunda mano no es nada nuevo bajo el sol, de hecho, casi todos usamos o hemos utilizado artículos de segunda mano. Por ejemplo, cada vez que nos sentamos o nos hemos sentado a comer en un restaurante (menaje usado con anterioridad por otros) o dormimos en la cama de un hotel (sin comentarios), y quizás no habíamos reflexionado sobre ello por creernos que nos da caché.
La moda ha invitado a su fiesta a entrar por la puerta principal la moda de la segunda mano en una circularidad donde la industria forma parte de generar que el ciudadano-a de a pie se sienta bien y sea responsable con la naturaleza.
Pero no todo es garbo en el mundo de la moda, una segunda vida al vintage y los hits que surgen en esta supuesta novedad de la moda. Dos trágicas muertes en lo que vamos de año en el calendario han tintado el reciclaje de ropa usada con un toque de tristeza. Han fallecido dos hombres por habérseles quedado el cuello atrapado en la trampilla del contenedor de ropa usada al intentar extraer indumentaria de su interior. El primer suceso ocurrió en Murcia, el segundo en Vélez-Málaga. D. E. P.
Pero el tiempo no espera a nadie. Y con estos y otros tintes más o menos trágicos, las previsiones en el comercio global de la segunda mano han previsto que esta tendencia continúe aumentando por lo que marcará un antes y un después ante la insostenibilidad.
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