... Porque el amigo Juan Antonio Martínez Pozo no solamente pinta (usa cualquier técnica pictórica), o confecciona libros de autor (referidos a diferentes poetas y que dedica y regala a sus amistades), sino que también escribe: novela y poesía.

2023-11-05

 

Juan Pozo

 

Juan Pozo, artista total

Porque el amigo Juan Antonio Martínez Pozo no solamente pinta (usa cualquier técnica pictórica), o confecciona libros de autor (referidos a diferentes poetas y que dedica y regala a sus amistades), sino que también escribe: novela y poesía.


De este último género tiene publicados tres poemarios: Sensaciones (1996). En mi cuarto (1998) y solisombra (2002), así como también tiene numerosísimos poemas sin publicar que da a conocer entre los amigos y las amigas. Y no publica más porque, según él mismo, la escritura es un divertimiento, yo me siento pintor.
Juan se sentirá como quiera, pero algunas pensamos que escribe muy bien y que refleja sentimientos, personales o no, que nos deja palabras profundas, cargadas de emoción y de amor hacia su familia, sus amigos y amigas, y hacia lo que le rodea, vive y padece. Poesía que también nos dice más.
Y si no, apreciadlo en estos poemas que os he seleccionado de entre los que ha compuesto en los últimos años (bueno, no todos, alguno es de su última publicación)

El flexo y el saxo

de John Coltrane

sonando bajito.

La mañana luminosa

y el olor a primavera

entra a borbotones

por el abierto balcón.

Sólo yo, el saxo

y un pincel de pelo

fino sobre

el blanco papel.

Pinto despacio,

al compás de la música

me parece a mi.

Las notas me mecen

y la aguada

va tomando forma.

En estos momentos

el confinamiento

me importa un pito.

Luego leo los muertos

y ellos NO.

 

***

 

Soy súbdito

 

No soy libre.

Nunca lo fui

y nunca lo seré.

Elijo candidatos

que nunca gobernaron,

ni gobiernan,

ni gobernarán.

Soy súbdito de los bancos,

de las multinacionales,

de las grandes eléctricas.

Soy súbdito

de una sociedad

capitalista feroz

e injusta basada

en premiar al que más tiene

y hundir en el barro al humilde

y al que más lo necesita.

Súbdito de un rey

que no he elegido

pero pago sus gastos

y los de su familia:

sus casas, sus coches,

sus yates, sus estudios, sus...

Soy súbdito

de los cómplices

de un dios

en el que no creo

y que en su nombre

toman plazas, calles, avenidas,

ciudades, colegios a su antojo.

No.

No soy libre.

 

***

 

Sobrevivir

no es vivir.

Eso me decía mi padre.

Sobrevivir

es estar en una celda

de dos por tres metros

veintitrés horas

sin apenas luz.

Estar en un pabellón

con doscientas personas

y los olores que desprenden.

Es comer

cáscaras de habas

con más gorgojos

que cáscaras.

Es oír como se llevan

a tus compañeros

de madrugada

para no volver

a verlos más.

Sobrevivir

no es vivir.

Eso me decía mi padre.

 

***

 

Crónica. Octubre 2021

 

A la luz de una vela

una madre miró

las manos de su hijo

y las tenía azuladas.

Se las tocó y estaban frías.

Arrimó su boca

e intentó calentarlas

con su aliento.

Las lágrimas descendían

lentas en su rostro.

Tenía una estufa de gas,

sin gas y sin dinero.

Salió furiosa a la calle.

De contenedor

a contenedor de basura

hasta que encontró

una lata grande,

quizás de aceite.

Con su trofeo

volvió a su casa.

A golpes y patadas

rompió una de las tres sillas

que le quedaban

y con los palos

encendió una lumbre

en la lata.

El calor y el color

volvieron a las manos

de su hijo.

Siguió llorando.

Y se apagó la vela.

 

***

El mundo oscurece,

malditos sean.

A ellos, los malditos,

les da igual.

Tienen que vender

lo que producen,

lo que almacenan,

a costa de lo que haga falta.

Su cuestión es

seguir llenando el saco.

¿Que el mundo es más oscuro?

¿Que la gente se acojona?

Les da igual.

Por muchos gritos de no a la guerra

ellos son sordos.

Malditos sean.

 

***

Guardo

 

Guardo en mi cartera

unas gotas de lluvia

que, una vez,

se posaron en tu pelo.

Y un girón de niebla

que acarició tu frente

aquella tarde.

Guardo en un

pañuelo

bien doblado

el sonido

de hojas secas

que pisaste

paseando

a la luz,

algo difusa,

del poniente

que declina.

 

***

 

Habitar

 

Quiero habitar

en ese espacio

de libertad

en el que te sientes

viento.

 

Quiero habitar

en ese espacio

de seguridad

en el que te sientes

libre.

 

Quiero habitar

en el silencio

en el que te sientes

íntimo.

 

Quiero habitar

 a la sombra

de tu nombre

en el que me siento

amado.

 

***

 

Buscadme

 

Cuando no esté

buscadme

en el pétalo

granate de una rosa,

o en el verde

de una hierba con rocío.

Buscadme

reflejado en la lágrima

de un niño,

o en las manos

fibrosas de un anciano.

Buscadme

en los violetas

cálidos de Lucian Freud

o en el ingrávido

ambiente de Velázquez.

Buscadme en

en las brumas

de una mañana en el monte,

o buscadme

frente al mar

en una tarde tormentosa.

Pero sobre todo,

buscadme

en la sonrisa

del rostro que más quiero:

el tuyo.

 

***

 

Mediterráneo

 

Se hacía larga la espera

en aquella playa

con olor a té con menta

y sabor a cus-cus

mientras esperas tu momento.

Y el momento llegó:

demasiados héroes anónimos,

demasiados cuerpos cobrizos

en una chalupa que

apenas cogen veinte.

Y es de noche.

Y tienes miedo.

Porque el mar

de noche asusta.

Susurros velados

que descuelgan lágrimas.

En el bolsillo

pegado al pecho

una foto de tu hermano

y un nombre

que no entiendes:  Amsterdam,

y más palabras que no sabes leer.

Pero allí vas.

Una noche, un día,

y en la segunda noche

un remolino.

El agua salobre te asfixia.

Y llegaste a tu Amsterdam

particular.

AFRICANO en el cemento

y una fecha

AFRICANO.

***

Retrato en blanco y negro

Miserable y humilde

            en el aspecto.

Indecente e inhóspito

            en el semblante.

Luminoso e incierto

            en los adentros.

Concentrado y feliz

            en su contraste.

Indolente y legítimo

            en el verbo.

Receloso e incauto

            en las maneras.

Dulcemente animoso

            en el encuentro.

Candoroso,  ilusionado

            en tus caderas.

 

***

 

Juntos

 

Llegará el día,

que el invierno entre

en nuestra alcoba.

Que la luz, se haga gris

en nuestras vidas

y los sueños, solo sean

recuerdos gratos.

La nieve de los tiempos

nos cubrirá las testas,

asomando la dulzura

a nuestros ojos.

Entonces, amor, será el momento

de entrelazar las manos

en un suspiro

y esperar unidos y animosos

el final del camino recorrido.

***

 


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