ALFREDO INFANTES DELGADO 

"Poesía incívica, inquieta, díscola, alborotadora.

2025-05-17

Ismael Istambul

Poesía incívica, inquieta, díscola, alborotadora

ISMAEL ISTAMBUL FERNÁNDEZ nació en Granada en el año de 1977 y desde muy temprana edad conoció el mundo de la literatura de manos de su abuelo, el escritor granadino José Fernández Castro. Estudió Derecho y diferentes másteres y decidió dedicarse al trabajo de la abogacía en Madrid. Volcado en esa actividad, aprovecha cualquier paréntesis para entregarse, como buenamente puede, al ejercicio de la lírica y la prosa, teniendo en su haber varios poemarios escritos y siendo Proclamación (Los Libros del Mississippi, 2022) el primero en ver la luz, y La Tinaja (Sonámbulos, 2024) el segundo. Pero antes, en 2020, durante la pandemia del covid-19, se hizo famoso con Días de plaga, ensayo a un metro de distancia, con el que desató una bien conocida polémica. Participa de forma intermitente en las tertulias madrileñas del Círculo de Bellas Artes y en la afamada tertulia Rascaman en cuya antología poética, editada en 2016, ha sido incluido. Es coautor —con Miguel Ávila Cabezas y Tina Franco Follana— de una obra de microrrelatos titulada Ventanas abiertas.

 Sobre su primer poemario, aunque el suyo no sea un aullido de lobo estepario sino un grito profundo y enérgico de animal de ciudad, codificado en carnes, sus poemas reflejan una fuerte influencia del autor coetáneo (su otro yo) Leopoldo Márquez y a través de sus versos atestigua lo mucho que conoce las dos caras de la moneda sobre cuyo patrón ha sido acuñada nuestra cambiante existencia.

Y a raíz de la publicación de su último poemario, nos dice: la poesía por antonomasia es incívica incluida aquella que obedece al régimen establecido en cada momento... Destacaría como poetas incívicos paradójicamente autores tan clásicos y sosegados como Claudio Rodríguez y Antonio Machado.

Por ello, él se define como un poeta incívico, inquieto, díscolo y alborotador. Un poeta que pretende despertar y remover las conciencias de quienes lo leen.

Pues aquí tenéis algunos ejemplos de sus poemas para comprobarlo todo:

 

Madrid

 

Falsa cuesta, puro artificio.

Ramera interesada;

capital vetusta,

sin historia.

 

En mitad de la nada.

Sin pena ni gloria,

sin mar ni montes.

El mismo celeste del cielo

que en cualquier otra urbe.

Campeones sin mérito,

para tanto festejo.

 

Falsa cuesta, puro artificio.

Redondo postureo

de lo retro y lo post, de lo pijo y lo grunge.

 

Madrid,

falsa cuesta, puro artificio...

y sin embargo...

sublime escenario

para el encuentro auténtico.

 

***

 

Semilla

 

La batida

            y la resaca;

inspiración

            y espiración;

expansión

            y contracción:

el columpio se balancea.

 

Nuestra piel, nuestras extremidades

ajenas a los astros

y a este preciso instante

donde brota la semilla del devenir,

la nueva ola que embiste

la vida puta o la puta vida.

 

Resaca,

            inspiración,

                        contracción,

                                    balanceo:

la suerte está echada.

 

***

 

Emboscada

 

¡Coser el sol a la luna

y vuestro silencio a mi almohada!

 

Correr, correr,

            agitar las manos,

                        y en un impulso

arrancar el vuelo como un águila.

 

¿Y ya en el espacio

            de la emboscada de uno mismo,

                        fuera de Google, de este laberinto o mapa!

 

¡Y ya ahí afuera

            donde el viento galopa con mi vista

                        atenta al vuelo efímero

                                    de la impuesta libertad!

¡Coser el sol a la luna

y vuestro silencio a la almohada!

 

***

 

Viernes

 

Primavera precoz

            -quizás definitiva-,

                        el júbilo del sol

                                    al mediodía;

                                               dorado y desnudo.

 

                                                           Dibujar unas escaleras

                                                                       para bajar a las mazmorras

                                                                                                    de la vida exterior.

 

***

 

Remar

 

Remar

en la arena,

en el aire,

en la mar.

 

Una y otra vez,

remar hasta la extenuación

de nuestras almas inquietas.

 

Llevaros a buen puerto:

viaje sin descanso

                        y meta a la vez.

 

Hacia el oasis de lo sólido,

remar como buenamente podamos.

            Y quizás -y solo quizás-

                        dejaros partir solos

en este juego de azar.

***

La tinaja

 

Cada día al despertar

            la misma tinaja vacía,

la mismísima

            de todos los días nuestros,

los de ayer y mañana.

 

Cada día rellenar ese doloroso vacío

con lo que cada uno quiera,

con lo que cada uno pueda,

con lo que tenga a mano.

 

Cada alba ante esa nada,

incómoda cavidad

que impulsivamente rellenamos

de estúpidas o mágicas experiencias,

de conversaciones,

de prensa amarilla, crónicas negras,

blanca lencería,

de verdes, ocres o rosas,

de odios o anhelos,

de un partido de fútbol,

de una pretensión de transcendencia,

de una lista vital,

con unos zapatos nuevos,

con una cita hueca.

 

Rellenar ese doloroso vacío

con lo que cada uno quiera,

con lo que cada uno pueda,

con lo que tenga a mano.

 

***

Copa de vino vacía

 

Copa de vino vacía,

como tus manos

sobre mi cuerpo

que se desliza cauto

            sobre el tuyo,

casi dormido,

sexo muerto,

miradas esquivas,

            enterradas.

 

Nuestros cuerpos desnudos

sin besos fingidos

ni impostadas caricias,

con la fugacidad

            de quien no ha venido.

Copa de vino vacía.

 

***

 

Roce

 

Palabras entrecortadas

en la barra prohibida:

donde las piernas se rozan,

las manos

sutilmente se rozan,

las miradas

            -como espejos-

se evitan y se rozan.

 

Él y ella

se rozan

una y otra vez,

el uno con el otro,

el otro con el uno.

 

En el vacío del vientre,

de la noche y el aire,

sus almas se besan

sin que sus cuerpos

se atrevan a ser.

 

***

 

 

Después del primer instante

 

La inquietud del que pregunta,

garganta llena de gusanos

y los dedos afilados como navajas.

 

Salto, suspensión contenida

en la mirada humana,

en la mirada del cielo,

en el silencio. Salto.

 

La palabra paz,

como quimera,

            para contrarrestar

a quienes rondan el botón rojo.

 

Los hombres sencillos

            observan y callan.

***

Adicción

 

Párpados rendidos.

Adicción a la rutina,

                        al oficio,

                        al sutil maquillaje,

                        a vestidos prêt-à-porter,

                        y a ser proclamada

                        por un extraño.

Adicción a su chulo

                        (de corbata suave).

Adicción a ser puta en el hogar.

 

Párpados rendidos.

Mañana, quizás,

sea la última vez.

 

***

 

No es un cuento

 

A veces, acecha la muerte

sin abrir la puerta:

un volantazo,

unas turbulencias,

un meteorito,

un diagnóstico equivocado.

Por un instante,

unas horas lo más,

sentimos la dicha

de ser ciertos.

 

Efímera gratitud.

Los instintos y la costumbre,

la rutina como refugio...

 

Y de nuevo insatisfechos,

olvidamos que

la muerte no es un cuento.

 

***

 

Alepo, 26 de septiembre de 2012

 

¿Escuchaste el sonido del misil?

¿Y el zumbido de la explosión? Yo sí.

Anoche, en la estrechez del locutorio,

oí cómo enmudecían decenas de bocas,

aunque cuatro mil kilómetros de distancia

amortiguaron el temblor.

 

Las ondas telefónicas, en cambio,

sí consiguieron remontar el vuelo:

la voz de un padre,

¡bum!

y, de nuevo, la voz de un padre.

De pronto,

Alepo se atrincheró en mi cabina.

Todos respirábamos el mismo aire cálido.

 

Fuera, en la calle,

la normalidad.

 

***

Piel y caricia

 

La piel:

río,

a veces suave,

a veces bravo,

que separa cada palpitar

del resto del universo.

 

Una caricia:

puente que suelda

nuestro sueños y anhelos.

 

***

 

Un buen día

 

Ayer se me pasaron tres plazos judiciales.

Me quedé dormido y no llegué al más

                        importante de mis juicios.

Y con ello me inhabilitaron como abogado.

 

Los amigos, a cuyo rechazo tanto miedo tenía,

me enviaron un whatsapp rompiendo conmigo.

Ayer se me acumularon las gestiones sin hacer.

Me usurparon las claves de correo electrónico e Instagram

y mi móvil murió accidentalmente en el retrete.

 

Ayer ardió mi casa y todos los libros que había escrito.

También ardieron mis camisas, ordenadas según

                        el color y el día de la semana.

 

Ayer también me atropelló un autobús y esta

                        mañana ha sido mi entierro.

Todo eso y mucho más me ha ocurrido.

Y hoy, desnudo y libre, grito al viento esta

                        suerte de versos sin dueño.

 

***


Inspiro, espiro

 

Inspiro:

El columpio se retrae hacia atrás

            en perfecta oscilación. Espiro:

el columpio se expande hacia el firmamento.

 

Inspiro:

la ola regresa al mar y se repliega en sí misma.

Espiro:

la ola se expande por la arena infinita.

 

Inspiro:

el fuego se contrae y transforma en brasa queda.

Espiro:

la llama resucita y se expande

            hasta fundirse en otros fuegos.

 

Inspiro:

regreso a mi esencia, a mis entrañas.

Espiro:

rumbo a la luz exterior, a nuestro encuentro.

 

***

Tinaja colmada

 

Invoqué al alfarero

y demás dioses.

Me

invoqué

a

mismo.

De tanto buscar la luz,

de tanto habitar la vida,

mi tinaja se colmó

ahora de agua,

ahora de aceite virgen y puro,

ahora de aire

rebosante y en conexión

con el espacio infinito.

Tinaja colmada.

 


 

Para dar tú opinión tienes que estar registrado.

Comments powered by CComment