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2023-12-03
El insomnio
Un descanso de calidad es la mejor forma de mantener una buena salud física, mental y estado de ánimo. Es una forma de recargarse y conservar energía para que durante el día nuestro rendimiento y productividad sean óptimos. Lo ideal sería dormir al menos 7 horas. Sin embargo, el insomnio es el trastorno más común dentro de la población adulta. ¿A quién no le ha ocurrido alguna vez que se ha acostado y se ha pasado la noche dando vuelta y vuelta sin poder pegar ojo?
El hecho de no dormir puede acabar provocando dolores de cabeza, irritabilidad, falta de concentración, desorientación, pérdida de memoria, etc. Existen muchos motivos relacionados con los hábitos diurnos que causan dificultad para conciliar el sueño, sobre todo los previos antes de acostarse. Las cenas copiosas e ingesta de bebidas alcohólicas o estimulantes, azúcar, tabaco… desacelera nuestra digestión y altera nuestro sistema nervioso. Por otro lado, el sedentarismo y el estrés ocasionado por las pantallas antes de dormir, dificultan el sueño de calidad. Pero no siempre son los hábitos los que interfieren en el descanso. A veces se trata de un problema mental o emocional que hace que las personas no puedan conciliar el sueño.
Dado que el inconsciente no distingue lo real de lo simbólico y desde una perspectiva biológica y adaptativa al ser humano, es mucho más fácil llegar al origen emocional y encontrar su posible solución.
La noche supone un momento de indefensión, así que mantenerse despiertos puede ser una buena razón para estar en alerta.
Seguramente que en la vida de aquellos que no duermen exista algo que deba ser evaluado y gestionado. Una cuestión que sus cuerpos les pide a gritos hacerlo, pero que por cobardía, victimismo, autoengaño o justificación eviten tomar acción.
Aprender a lidiar con nuestros conflictos emocionales durante el día y tener una conciencia tranquila, permitirá que por la noche tengamos los deberes hechos y podamos descansar plácidamente. Es importante conocerse a sí mismo, pues el no saber para qué me suceden las cosas y aún así posicionarse desde un autoritarismo, provoca un control insalubre. La tendencia a controlarlo todo, especialmente los problemas, sin entender para qué suceden o qué aprendizajes encierran, hace que la mente esté agitada y en continua vigilia. Aceptar las cosas tal y como son y soltar el control antes de dormir es una de las formas más adecuadas para comenzar a gestionarlas y tener un descanso de calidad.
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