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2022-01-16
Mujer del ayer, del presente y del mañana
Puede que no represente a todas las mujeres. Al fin y al cabo, cada mujer es un mundo, pero el análisis de la trayectoria en la mujer, desde tiempos pretéritos hasta los que se avecinan, son en sí mismos un mundo.
A las mujeres del pasado le debemos lo que somos hoy en el presente, y nosotras, las mujeres del presente, somos las que debemos procurar la igualdad real a nuestras mujeres del futuro.
Me asalta a la memoria que no hace tantos años estaba mal visto en la sociedad, que una mujer trabajara fuera de casa, incluso quitándolas de la escuela a temprana edad, ya que para ellas estaban vetados los estudios más allá de aprender a leer y escribir, en el mejor de los casos.
El trabajo de la mujer, “sus labores”. Tenían que llevar la casa, ayudar al marido en el campo o en su negocio familiar y llevar a cuestas todo el peso de criar a los hijos. Porque como se solía decir, “es su obligación, para eso se ha casado”, por otro lado, estaban las solteras o las pequeñas de la casa, que al final eran las que se encargaba de cuidar a sus mayores, porque también era su “obligación”. Y entre obligación y obligación, se vinieron arriba ante tanta injusticia y empezaron a romper barreras siendo independientes, cada una a su modo y manera, pero siempre procurando ser ellas mismas las dueñas de su destino.
Estos primeros inicios fueron cruciales para la lucha en igualdad entre hombres y mujeres, ya que dieron pie a que las mujeres pudieran ir a la Universidad, sin ser repudiadas socialmente, brindándoles la oportunidad para que saliera el talento que habían tenido que ocultar, por miedo a las represalias.
Luego saltamos otra barrera. Siempre se asoció como trabajo de la mujer, tareas como el cuidado de enfermos o maestra, ambas loables, pero era una simple forma de acreditar universitariamente un trabajo que ya venían de hacer del mismo modo, pero sin titulación académica.
Y así llegamos a nuestros días, donde la mujer trabaja en los mismos puestos de los hombres, pero cobrando un 30% menos que ellos por el mismo trabajo. Donde el emprender siendo mujer tiene unas barreras sociológicas que aún persisten, como es el cuidado de los hijos y de la familia.
Mujeres no quieren contratar a mujeres porque paren y tienen bajas por maternidad, perdiendo días de trabajo por enfermedad de sus hijos y no resultando rentables a la empresa. Seguimos viendo demasiados trajes de corbata en un nivel alto de juntas directivas y la mujer brilla por su ausencia. Es nuestro género el que en mayor número y mejor preparado sale de nuestras universidades para realizar un trabajo de total garantía. Aunque son pocas las que brillan con luz propia.
Ya tenemos mujeres que han viajado al espacio, ingenieras, inventoras, investigadoras, premios Nobel, y hasta heroínas que son dignas de una buena novela.
Da pena ver cuanta sabiduría oculta y oportunidades perdidas quedan por el camino, y esto me lleva a una reflexión: ¿Somos el mejor ejemplo para nuestras hijas, sobrinas, alumnas, etc.? En esta generación en la que merman los derechos de igualdad y en la que la violencia de género está a la orden del día y creciendo en mujeres adolescentes. Estos indicadores confirman que aún queda mucho trecho, pudiéndose hacer mucho más. Tenemos que seguir educando en igualdad desde infancia, queriéndonos más a nosotras mismas.
Debemos ser independientes a través de emprender nuestro propio proyecto empresarial. ¡Rompamos barreras!, ¡no continuemos con la misma forma de ver el mundo! Veámoslo con ojos de mujer, una mujer profesional, con formación académica, una mujer fuerte que no se le pone nada por delante. Consigamos la paridad en las grandes juntas directivas lo antes posible. Eso significará que algo ha cambiado y que el árbol de la educación en igualdad, desde los colegios hasta la universidad, ha producido frutos y echado raíces. Poco a poco habremos conseguido el fin del discurso de la diferencia entre hombres y mujeres en ningún ámbito de nuestra sociedad.
Este es el mejor futuro que podríamos dejar a nuestras mujeres del mañana.
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