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2024-08-11
El acuerdo con Yemen
El acuerdo con Yemen: Riad capitula, Washington pierde influencia
Las descaradas amenazas de Saná han obligado a Arabia Saudita a hacer importantes concesiones a Yemen, lo que demuestra no sólo el fuerte ascenso regional de Saná sino también la rápidamente menguante influencia de Estados Unidos e Israel.
Khalil Nasrallah
6 de agosto de 2024
https://thecradle.co/articles/the-yemen-deal-riyadh-capitulates-washington-loses-leverage
Los ataques de Yemen contra Arabia Saudita en los últimos tres años —incluida la Operación Romper el Sitio a principios de 2022 y las persistentes amenazas de usar la fuerza cuando Riad no cumpla con sus compromisos— lo han presionado con éxito para que ceda en gran medida a las demandas de Saná.
La importante retirada saudita, subrayada por las repetidas perturbaciones en su economía desde el ataque a Aramco en 2019(1), plantea un serio desafío a la codiciada Visión 2030 del Príncipe Heredero Mohammed bin Salman.
El ultimátum de Yemen
A principios de abril, el “gobierno yemení legítimo” respaldado por Arabia Saudita, sin duda bajo directivas estadounidenses, ordenó a los bancos y a la aerolínea de bandera yemení, Yemenia Airways, que se trasladaran de Saná a Adén en un plazo de 60 días.
Esta decisión coincidió con las operaciones del gobierno alineado con Ansarallah en el Mar Rojo en apoyo de la resistencia palestina en Gaza. A medida que se acercaba la fecha límite, los peregrinos yemeníes(2) que realizaban el Hajj anual en Arabia Saudita fueron detenidos repentinamente en Jeddah a finales de junio.
En respuesta, el 7 de julio, el líder de Ansarallah, Abdul Malik al-Houthi, amenazó(3) a Riad con una dura advertencia: “Responderemos del mismo modo: bancos por bancos... el aeropuerto de Riad por el aeropuerto de Saná... y puertos marítimos por puertos marítimos”.
Riad sabiamente tomó en serio la advertencia, y el breve enfrentamiento terminó con el regreso sano y salvo(4) de los peregrinos a la capital yemení, lo que llevó al miembro del buró político de Ansarallah, Mohammed al-Bukhaiti, a comentar que “si los peregrinos yemeníes no hubieran sido devueltos, los aeropuertos de Arabia Saudita habrían sido cerrados en este momento”.
En términos generales, la amenaza de los hutíes, respaldada por un amplio apoyo popular demostrado en manifestaciones masivas, subrayó la determinación yemení(5) de enfrentarse a Riad, Estados Unidos e Israel. Al reconocer la gravedad de estas amenazas, Arabia Saudita rápidamente buscó una mediación para resolver la crisis con Saná.
La retirada de Riad
Tras el sensacional ataque con drones de Yemen contra Tel Aviv el 19 de julio(6), esas comunicaciones se intensificaron, lo que llevó a un acuerdo anunciado por Mohammed Abdulsalam, jefe de la delegación negociadora yemení.
El acuerdo incluía la cancelación de decisiones recientes contra bancos de ambas partes, el compromiso de abstenerse de tales acciones en el futuro, la reanudación(7) y el aumento de los vuelos de las aerolíneas yemeníes entre Saná y Ammán, y la ampliación de las rutas a El Cairo y la India.
Además, incluyó la celebración de reuniones para abordar los desafíos administrativos, técnicos y financieros que enfrenta la aerolínea y el inicio de discusiones para resolver todos los problemas económicos y humanitarios con base en una hoja de ruta previamente acordada.
El acuerdo marcó un cambio significativo en el enfoque de Arabia Saudita, ya que el gobierno títere de Adén, respaldado por Riad, revocó todas sus decisiones anteriores tras el anuncio del acuerdo.
La falta de negación por parte de los funcionarios sauditas ilustró la importancia de este acuerdo. Bloomberg(8) informó sobre el acontecimiento, señalando que la rápida retirada de Riad tenía como objetivo evitar nuevas hostilidades con Yemen, lo que indica un cambio sustancial en la estrategia de política exterior del reino.
En una publicación en X, el Viceministro de Relaciones Exteriores de Yemen, Hussein al-Ezi, subrayó la determinación de Saná de restaurar la soberanía en todos los ámbitos:
“La reanudación de las exportaciones de petróleo depende del restablecimiento de los salarios de los empleados gubernamentales. Cualquier intento de eludir esto está prohibido y sus consecuencias son conocidas. Las empresas extranjeras deberían entender esto. No permitiremos que se vuelva a saquear el petróleo mientras nuestro pueblo siga sin salario.”
Esto indica la seriedad de Saná a la hora de garantizar los derechos de sus ciudadanos y los recursos estatales por todos los medios y su negativa a tolerar cualquier intento de sus adversarios —regionales o externos— de posponer las cosas o ganar tiempo.
Estados poco confiables de América
Para los sauditas, la experiencia ha demostrado que las tácticas dilatorias y la apuesta por el posible regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos no alterarán las amenazas yemeníes. Vale la pena señalar que las operaciones estratégicas de Yemen contra Arabia Saudita comenzaron durante la presidencia de Trump, teniendo como objetivo los campos petroleros de Baqiq y Khurais de Aramco(9), lo que demuestra la incapacidad de la administración anterior para frenar a las fuerzas yemeníes.
Apostar por los retrasos como estrategia también se considera cada vez más inútil en Riad. Los sauditas se han visto obligados a reconocer el mérito de cumplir rápidamente sus compromisos con Saná para proteger sus intereses.
Con una retirada saudí claramente evidente, el acuerdo de Saná representa un golpe significativo para los estadounidenses, cuya influencia sobre Yemen había sido durante mucho tiempo amenazar con la reanudación de la guerra saudí. La semana pasada, Axios(10) informó que una delegación estadounidense llegó a Arabia Saudita para discutir la situación en Yemen y las últimas escaladas de este último contra Israel.
El medio señala que “Arabia Saudita se ha preocupado más en las últimas semanas por las crecientes tensiones y por verse arrastrada a un nuevo conflicto en Yemen”.
En consecuencia, con el acuerdo de Saná, los yemeníes también lograron neutralizar la crucial influencia “humanitaria” estadounidense, que fue una de las principales herramientas de presión destinadas a forzar una reversión del apoyo yemení a la resistencia palestina.
Saná ha logrado nada menos que poner de rodillas a Arabia Saudita, lo que tiene enormes implicaciones en esta fase sensible y crítica de confrontación regional, así como en futuros tratos con Riad y sus vecinos.
Al priorizar el apoyo a la resistencia palestina, desafiar las ambiciones hegemónicas de Estados Unidos y Gran Bretaña y prepararse para una mayor agresión israelí(11), Saná se ha convertido en un importante actor regional con fuertes alianzas que están atrayendo reconocimiento y respeto.
La presión sostenida y los ataques estratégicos de Yemen han obligado a Arabia Saudita a hacer importantes concesiones, remodelando la dinámica de poder de Asia occidental y mostrando la creciente influencia y la sólida determinación de Saná. Este hecho tendrá implicaciones de largo alcance para la estabilidad regional futura y fortalece los argumentos para un reconocimiento más amplio del gobierno de Saná en el escenario internacional.
Notas
(2)https://thecradle.co/articles-id/254
(3)https://thecradle.co/articles-id/25939
(4)http://xn—mohammed%20al-bukhaiti,%20a%20member%20of%20the%20houthis%20political%20bureau-wy53c.
(6)https://thecradle.co/articles-id/26089
(7)https://thearabweekly.com/yemenia-airways-resumes-flights-cairo-india-sanaa
(10)https://www.axios.com/2024/07/30/us-saudi-arabia-yemen-houthis-israel
(11)https://thecradle.co/articles-id/26161
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