08-05-2022

En la chupi guay democracia de España; “Las actuaciones de los espías españoles (3000) siempre se han hecho atendiendo escrupulosamente a la ley”, así lo ha dicho en la comisión de secretos oficiales la directora del CNI. Pero Paz, ¿Acaso cuanto se recoge en la ley es justo? Los ‘demócratas’ se apresuran cerrando filas.

El ala socialista del Gobierno de España, PP, Ciudadanos y Vox no cuestionan las instituciones españolas, y, por ende, el CNI es un sepulcro inmaculado, que no un sepulcro blanqueado, como pretenden los nacionalistas, los de Bildu, etcétera.

Pero a cuanto se está asistiendo en esta historia revela que el CNI sí que es una institución con licencia para ultrajar la libertad de acción y el derecho de conocer de los ciudadanos de este país.

Una institución que anualmente gasta una ingente cantidad de millones de euros de los fondos reservados, mientras que el Estado carece de fondos para otras cuestiones esenciales de la vida de los ciudadanos. Viva los ‘demócratas’ que dirigen los destinos de este país, de sus ciudadanos. La vida es el valor más preciado de todos los valores del individuo, pero tiene poco valor para todo gobierno de todo Estado. ¿Para quién trabaja el gobierno? Para el pueblo; está claro que no.

La vida es libertad en todas sus expresiones, pero hay determinados individuos que se empeñan en coartar las legítimas e innegables libertades de las expresiones de la vida, los derechos de la vida. Y es así donde entra el juego de las leyes, de la opacidad y la confusión ciudadana. Un creíble e inocente e inofensivo juego que hace que el propio pueblo, aun teniendo argumentos para replicar, se entregue desarmado al Estado para tragar todo cuanto quiera el gobierno y las instituciones del propio Estado.

“es así donde entra el juego de las leyes, de la opacidad y la confusión ciudadana. Un creíble e inocente e inofensivo juego que hace que el propio pueblo, aun teniendo argumentos para replicar, se entregue desarmado al Estado para tragar todo cuanto quiera el gobierno y las instituciones del propio Estado.”

Un juego que encierra situaciones límite, perversas, monstruosas. Igual de descabellado es; que resulta paradójico la existencia de una comisión (secretos oficiales) que la sustenta una ley del año 1968 y (recuérdese quién gobernaba España en esa época) en donde quienes participan en dicha comisión (‘los representantes del pueblo’) solamente pueden escuchar lo que le cuentan a puerta cerrada, pero que no podrán contar al pueblo lo escuchado.

Pero, si el pueblo es soberano, entonces; ¿por qué los políticos e instituciones no rinden cuentas a los ciudadanos? ¿Dónde están en esta historia la democracia, los derechos y libertades? ¿Democracia? Viendo lo visto y desde el rigor, ¿qué nombre procede al actual sistema político de España?

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