23-10-2022
El Gobierno de España anuncia que reduce a diez el número de peonadas necesarias para poder acceder al llamado "paro agrario". Silencio. ¿Quién es el guapo que será capaz de criticar semejante noticia sin quedar como una persona insensible, sin corazón y con una falta absoluta de empatía con la extrema situación laboral que se atisba sobre nuestros campos? Soy sensible, tengo corazón y suelo tener facilidad para empatizar, sobre todo, con las situaciones duras.
Pero también soy crítica y me entristece..., no, mejor dicho, me asquea, que el Gobierno, el mismo Gobierno que tuvo en su mano la oportunidad de otorgar el futuro que tantas veces le ha sido negado a esta provincia, venga a seguir alimentando a sus ovejas con las migajas que no tiene valor de ofrecer a los lobos. Lobos que no dudarían en devorar aquella mano que no osase ponerles en su boca un buen pedazo de carne fresca. Aquí, mientras tanto, las ovejitas sumisas balan felices y agradecidas porque su buen pastor las mantiene con un hilillo de vida en un frágil equilibrio sobre la delgada línea de la inanición, sordas a los aullidos de los lobos saciados e insatisfechos. Pero la culpa no es de aquellos lobos que se revuelven contra la mano que les da de comer, sino de las ovejas que callan.
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