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2024-01-14
Había una vez…
Acabo de leer dos noticias relacionadas con Jaén que han provocado sendos cortocircuitos dentro de mi cabeza dejándome en un estado indescriptible. La primera,
un nuevo esperpento estrenado hoy en el salón de plenos del Excmo. Ayuntamiento, al que la estrella invitada no ha asistido y sus colegas, tampoco.
La crítica a tal obra ha sido unánime y se concentra en una sola palabra: lamentable. Pensar que, con lo que tenemos encima, la máxima noticia política sea esta…, hace que me alegre de haber levantado mis posaderas de tan noble silla hace un tiempo evitándome escuchar discursitos morales sin sentido en vez de esperanzarme con propuestas revolucionarias que eviten el drama que es el origen profundo de la segunda de las informaciones que me ha llegado al alma, que ha sido la relativa a las declaraciones de otro asiduo a los escenarios, el pseudo actor cómico por excelencia, monologuista sin igual, típico graciosillo sin gracia que se cree el eterno nominado a los Óscar y que no llegaría ni a secundario en una obra de teatro de una clase de infantil, el gran Rufián. Decirle que si se alegra porque “sus abuelos huyeran de Jaén para ir a Cataluña”, también debería de alegrarse por aquellas empresas que huyen de Cataluña en busca de un lugar mejor. Tanto monta…
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