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2024-02-25
Río de Janeiro (III)
Tras haber disfrutado como nunca de los carnavales en Río de Janeiro, me dispongo a mirar más allá de los coloridos trajes, de los enigmáticos sones y de las atrayentes danzas, y
dirijo mi atención a la exuberante naturaleza que me rodea.
Qué mejor sitio para disfrutar que visitando el Jardín Botánico de dicha ciudad. Es increíble que haya podido ver casi 7000 especies diferentes. La entrada al recinto me ha costado casi 6 euros, muy bien merecidos. Pero para aquellos visitantes que desean entrar gratis a este recinto, les informaré que el último viernes de cada mes se deja libre el acceso con el nombre de Jardín Botánico de noche, pero no es lo mismo. La luz marca la diferencia.
Este jardín fue creado a principios del siglo XIX, allá por 1808, por don Juan VI, apodado el clemente, con la visionaria intención de mantener una representación de plantas de todo el mundo. Y lo consiguió.
Me he registrado en el Ipanema Beach House, muy limpio, muy bien comunicado con el centro de la ciudad y con la playa. Los restaurantes de alrededor y los comercios son estupendos y todo el personal siempre está muy dispuesto a ayudar. Gracias, Río de Janeiro. Volveré.
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