19-06-2022
En esta ocasión os escribo desde Grecia. Vivan los países mediterráneos, me encantan. Ciertamente he decir que aún queda mucho por aprender de estas culturas mediterráneas que nos muestran tanta sabiduría en su variedad cultural, sana gastronomía y forma de vida tan estupenda, y al mismo tiempo conservan tantos misterios por desvelar. Unos de los enclaves cuya acústica me ha
dejado atónita es el anfiteatro de la ciudad de Epidauro, en el Peloponeso, al cual asistían miles de espectadores que disfrutaban de las obras y recitales que hace cientos de años se representaban en la antigua Grecia. Este anfiteatro aún se sigue utilizando para las representaciones que se hacen en el Festival de verano de Atenas. En la búsqueda de ese cosquilleo que me aporta el viaje, seguí camino parando a descansar y degustar algo típico, pues en las inmediaciones de Epidauro no hay donde tomar un bocado. Recomiendo alquilar un coche para los desplazamientos, pues los transportes públicos no enlazan adecuadamente. Después paré en Corinto donde las dulces pasas me aportaron energía extra, la cual agradecí. Grecia es un excelso país para conocer en profundidad, sin prisas y con muchas pausas, hay tesoros por doquier, por lo que recomiendo su visita.
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