2022-01-01
Al margen de nuestro género u orientación sexual, todos tenemos acceso a la energía femenina y masculina dentro de nosotros. Estas dos energías fluyen a través de todo lo que existe.
Luz y oscuridad, contracción y expansión, calor y frío, yin y yang. La mayoría no es consciente del gran tesoro al que tienen acceso, con lo cual no saben identificar y aplicar estas
energías en su evolución personal. La energía femenina es a la vez simple y compleja. Es multifocal, con fluidez, ágil y adaptable. También intuitiva, paciente, sensual y espontánea. La energía masculina es intelectual, consciente, estratégica. También es estable, imparcial, tiene enfoque y voluntad de poder. Ambos tipos de energía son imprescindibles para crear de forma equilibrada. La una no está completa sin la otra y viceversa. No me refiero al género, hombres o mujeres, sino al equilibrio interno, femenino y masculino. El lado izquierdo del cerebro (masculino) está relacionado con la parte verbal, con la capacidad de análisis, de razonar lógicamente, de resolución de problemas numéricos, de aprender información teórica, mientras que en el lado derecho (femenino) está la orientación o percepción espacial, la conducta emocional, el control de los aspectos no verbales de la comunicación, intuición, reconocimiento y recuerdo de caras, voces, música…
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