![]() |
“es el que menos me agrada y me da las peores vibraciones porque trata de crear un ambiente egoísta, perverso, y siempre va a su favor. |
2023-08-27
Los “ratones” de armario se pueden clasificar en varios tipos. Para mí, el primero en la clasificación es el clásico: el roedor que recoge los alimentos que le gustan, los lleva a su madriguera y se los administra a medida que los necesita. Después, el otro que va de aquí para allá recogiendo lo que le dan según las circunstancias por las que pase, implorando su necesidad y agradeciéndote, por conveniencia, tu atención. Luego, el “ratón” de tienda, que va metiendo centimillos en pequeñas ventas, sustrayendo, en lo posible, el papel de envolver; el que hace las cuentas a mano, el del redondeo por arriba —o por abajo—, y el que nunca pone los precios de los alimentos. Este último le asigna el precio que estima conveniente —salvo que le preguntes— y cuando te da el ticket sabrás lo invertido en cada producto si recuerdas por orden los alimentos adquiridos; pero lo que más le importa es el total, sin palabras. Y cuando llegas a casa compruebas que también te han echado alguna pieza picada, caducada y que no cumple tus expectativas. El que más me llama la atención es el “ratón” sentimental —el que se aprovecha de su relación contigo— para llorarte y contarte sus malestares, donde los demás son siempre los que le hacen sufrir, los que le hacen “cosas” y de las que ellos, sin segundas intenciones, son inocentes. Te dan muchos datos, con los cuales te inducen a pensar que son unos mártires. Este último “ratón” es el que menos me agrada y me da las peores vibraciones porque trata de crear un ambiente egoísta, perverso, y siempre va su a favor.
Para dar tú opinión tienes que estar registrado.