La Carolina con Palestina
MANIFIESTO
8 de agosto
La Carolina con PALESTINA
No hay palabras que puedan describir el horror genocida que Israel impone sobre la Franja de Gaza desde hace 21 meses. La crueldad más inimaginable se está ejerciendo sobre el pueblo palestino. Ningún dato basta para reflejar la magnitud de la barbarie.
Israel está matando de hambre a la población palestina en Gaza. Lo hace con total impunidad, aplicando tácticas similares a lo que los nazis hicieron en los campos de exterminio de la población judía en Alemania.
La Unión Europea, no sólo continúa dando cancha a los actos de exterminio del régimen israelí, además se jacta de llegar a compromisos que sabe de antemano, el régimen sionista ni necesita cumplir, ni va a cumplir.
La Unión Europea actúa como cómplice necesario, amparando políticamente los crímenes y manteniendo su relación privilegiada con Israel pese a las reiteradas violaciones del derecho internacional.
Más de 6.000 camiones de la UNRWA con alimentos, suministros de higiene, y medicamentos están esperando a que se les dé luz verde para entrar en Gaza. Israel y EE. UU. ha sustituido a la ONU por un grupo de mercenarios que dispara contra niños hambrientos en Gaza, como si fuera una película de terror. Es una distopía hecha realidad, hoy en Gaza, de la que nuestros sádicos representantes nos hacen cómplices.
Señores y señoras del Consejo de Ministros. El pasado 20 de mayo el Congreso aprobó la iniciativa para embargar la compraventa de armas a Israel. ¿Cuántos muertos más necesitan encima de la mesa para tomar una decisión así? ¿Acaso no es suficiente?
El gobierno tuvo otra oportunidad para aprobar el Real Decreto por el embargo de armas a Israel y no lo hizo ¿por qué? Porque Indra, Escribano, y toda la industria militar española sigue haciendo caja con el genocidio en Gaza. Hace tan solo un mes supimos que España es el país de la UE que más “armas y municiones” ha importado desde Israel de febrero a mayo de 2025. España importó en mayo de este año el 78% de las armas y municiones enviadas por Israel a la UE en ese mes de 2025. ¡Qué vergüenza, señores y señoras del gobierno! ¿Cómo no va a parar el genocidio, si están alimentando al monstruo? ¿Si hacen, ustedes, rentable el genocidio? Basta ya de golpes en el pecho y hagan algo decente.
Es urgente, no solo dejar de comprar y venderle armas a Israel, sino también romper relaciones diplomáticas con el estado israelí. Un país democrático no mantiene relaciones con un estado que mata a miles de personas encerradas con bombas y hambre. Un país democrático no mantiene relaciones con un estado que hace de la tortura, la invasión y el colonialismo su razón de ser. No lo hace.
Los medios hablan de 60.000 personas asesinadas desde que el pasado 7 de octubre de 2023 en Gaza. De esos la mayoría son niños. Es como si cada día Israel matara una aula con 28 niños. Sin embargo, la falta de datos sobre el terreno ha llevado a varios centros de investigación a afirmar que ISRAEL HA ASESINADO AL 20,7% DE LA POBLACIÓN DE GAZA, el EQUIVALENTE A 434.000 PERSONAS. Es el equivalente aproximado a 10 millones de personas en España, un genocidio que está ocurriendo ahora delante de nuestros ojos.
En Gaza, la totalidad de la población está pasando hambre. Muchos ya han muerto. Les están matando de hambre. La ONU denuncia que si Israel no permite entrar comida, cada día morirán 400 personas por inanición. Se trata de una hambruna planificada, prevista e intencionada. Otro intento genocida más que obtiene el visto bueno de Europa, de nosotros.
¿De verdad alguien en su sano juicio cree que fabricar armas va a traer prosperidad a algún país?
Dicen que Dios les prometió esa tierra, pero ningún Dios querría ver este sufrimiento en ningún ser humano.
Israel masacra el pueblo palestino a cada minuto. Depende de nosotras, las personas que alzamos la voz. Depende de la sociedad civil que aceleremos llegar al momento en que todo el mundo esté de acuerdo en poner fin a los crímenes de Israel.
Si Palestina fuera el escenario de un crimen, llevaría las huellas dactilares de todos nosotros si nos mantenemos en silencio.
El nunca más grande después del holocausto nazi está siendo ahora. Nos queda la duda legítima de creer que si los alemanes lo hubiesen sabido, habrían parado la barbarie nazi. Sin embargo, no hay duda ahora de que hoy vemos cada día en directo en nuestras TV que hay un holocausto en marcha y se consiente, se apoya y se encubre. Los niños en gaza no son víctimas de una guerra. Son víctimas de nuestro silencio.
La historia nos está mirando. Y nos toca a la sociedad civil llegar antes de que sea demasiado tarde.
No nos detenemos y no nos pueden detener. Mientras gobiernos e instituciones miran hacia
otro lado, manteniendo su complicidad, la resistencia popular y la solidaridad se multiplican:
La Freedom Flotilla ha buscado desafiar el bloqueo.
La Marcha a Gaza avanza pueblo a pueblo.
Miles de actos colectivos gritan que Palestina será libre, del río hasta el mar.
Nuestra responsabilidad es romper la complicidad. Israel actúa con impunidad gracias a una red de complicidades: Gobiernos que no sancionan, empresas que se lucran, medios que blanquean, instituciones que callan. Romper esa red es nuestra tarea. Y empezamos a ver grietas que se abren.
Cada acción cuenta. Cada plaza que se llena. Cada puerto que se bloquea. Ya estamos viendo los resultados: contratos anulados, conciertos suspendidos, Ayuntamientos que dan pasos firmes. Pero esto es solo el principio. ¡No vamos a parar hasta acabar con toda complicidad! ¡No vamos a parar hasta la descolonización y la liberación de Palestina! Porque el pueblo palestino resiste, y nosotras resistimos con él. Porque la lucha del pueblo palestino es la lucha de toda la humanidad.